En la mañana calurosa del lunes 22 de julio en que por fin sus señorías los diputados ocuparon su poltrona y Sánchez nos ha obsequiado con un soporífero discurso, me lleva a cambiar mi escrito para La Voz tras el parón vacacional. Dejaré para el próximo mi crítica inspirada en la conchabanza política que ha dado a Alcalá un nuevo Equipo de Gobierno, cuya primera determinación, inmoral donde las haya, ha sido la subida de sueldos a sus integrantes. E ignoro si ilegal.
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