El tranvía de Alcalá de Guadaíra fue diseñado originalmente como medio de transporte complementario al Metro de Sevilla. Posteriormente, sin embargo, la obra fue replanteada como una ampliación de la Línea 1 del metro. Y resulta que el metro funciona con otro tipo de vías y con otro tipo de señalización.
Es probable que lo construido hasta ahora no sirva. Y no es descartable que las instituciones que han sufragado las obras realizadas hasta el momento exijan un reembolso si cambia el proyecto que justificaba la inversión.
Aviso a navegantes: algo muy parecido podría pasar con el edificio de la guardería El Madroño. Después de años de abandono, el gobierno municipal se plantea utilizarlo como aulas auxiliares para los institutos de ciudad. Pero, obviamente, las instalaciones necesarias para niños de 0 a 3 años no son equivalentes en dimensiones y funcionalidad a las que precisan los jóvenes de 12 a 16. Y es posible que la Europa que financió una guardería reclame en algún momento un dinero que finalmente no servirá para eso. En fin: esperemos que todas estas «adaptaciones» improvisadas por nuestros gobernantes locales no nos terminen saliendo demasiado caras.