La colonia de gatos que habita en la casa abandonada de la calle Agustín Alcalá continúa atrapada y corre el peligro de morir de hambre. La vivienda número de 7 de la citada calle, al encontrarse en un estado de deterioro e insalubridad, fue tapiada por sus propietarios aún sabiendo que el inmueble estaba habitado por la colonia de felinos.

Ante distintas quejas al Ayuntamiento del peligro que corría esta colonia de felinos, se habilitó un pequeño agujero en una pared durante cinco días para poder atrapar a los gatos. Pasados los cinco días, el agujero se volvió a cerrar dejando atrapado de nuevo a la colonia en el interior. Desde entonces, los animales no pueden salir a la calle a alimentarse y beber agua, por lo que varios voluntarios les lanzan comida y agua a través de las ventanas para evitar que mueran de inanición o sed.

Según relata una de las voluntarias que se encargó de la captura de los felinos durante el periodo dado por el Ayuntamiento, los cinco días resultaron ser cuatro noches en las que se lograron capturar un total de once gatos. El resto de la colonia, que incluso contaba con dos gatas embarazadas, continúa atrapada.

Los voluntarios recalcan la reticencia de los gatos a salir de la vivienda abandonada, pues al tratarse de ejemplares que no han mantenido contacto con seres humanos desde crías, tienen miedo y eso dificulta su captura.

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