El conocido presentador Pedro García Aguado, protagonista de programas de televisión como «Hermano Mayor» o «El campamento», además de escritor y exjugador internacional de waterpolo, realizó una conferencia en Alcalá sobre adolescencia y familias titulada «Enfréntate a la Vida».

Esta charla, orientada a madres, padres e hijos/as de cualquier edad, fue de entrada gratuita hasta completar el aforo en la Caseta Municipal.

Una charla con la implicación de los jóvenes

Pedro García Aguado contextualizó la charla a través de la propia experiencia vital, rememorando sus años durante la adolescencia y su adaptación a los cambios que, desde la separación de sus padres, se le fueron presentando. La charla estuvo dirigida desde el primer momento a los jóvenes allí reunidos, que constituían cerca de la mitad del aforo, ocupando los asientos más cercanos al escenario. Pedro, sin embargo, se desplazaba por el patio de butacas mientras pedía la participación del público.

Una lección de vida muy personal

Durante la charla pronunció algunas frases, lecciones de vida y aprendizajes que su paso por el deporte olímpico y la posterior adicción al alcohol le habían proporcionado. El bullying escolar fue, según relató, una etapa más de su vida. «Con doce años, que te amenacen con que te van a pegar y a matar al salir del colegio es algo muy duro, y, además, no tienes a quién contárselo». Sin embargo, «sobrevivió». La educación de los padres y su responsabilidad sobre los menores en formación fue también parte central del acto, pues, como era de esperar y teniendo en cuenta la trayectoria del ponente en «Hermano Mayor», este aspecto sería vital para el desarrollo de la personalidad. De hecho, advirtió del riesgo del cambio de roles tras una experiencia adolescente traumática o violenta porque «se acumula mucha rabia», una rabia que se convierte en ira si no se sabe gestionar. Recordó que al pasar al instituto «decidí convertirme en un malote. Ya no quería sufrir más». Aunque era una manera de refugiarse del dolor de su madre, eso le llevó también, por suerte, al deporte y al waterpolo. Posteriormente inició un coloquio con los presentes para definir la adicción y el significado del término «droga», derivando en una relación entre el alcohol y el consumo de sustancias estupefacientes. Una relación que estableció al darse cuenta de que era adicto al alcohol.

Insistió además en el fracaso como parte inevitable y fundamental del desarrollo personal, y la capacidad de enfrentar el miedo como medio para avanzar y mejorar la percepción de uno mismo.

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