Con un lipdub o, lo que es lo mismo, un «doblaje de labios» en un vídeo musical, ha comenzado la celebración de los cincuenta años de trayectoria del IES Cristóbal de Monroy. Los alumnos del centro han protagonizado esta iniciativa que se presenta tan solo como el pistoletazo de salida para una serie de actividades culturales que, sin tener aún cerrado al cien por cien su programa, se desarrollarán el próximo curso.
El «Instituto», como se le sigue llamando popularmente en Alcalá –por haber sido el único que ofertó durante años estudios de bachillerato–, conmemorará con diferentes eventos su relevancia no solo en el tejido educativo de la ciudad, sino también su influencia en la conformación de todo un barrio que creció en su entorno o en la extensión de la cultura entre la sociedad.
Desde que comenzara su andadura en 1968, dirigido por el profesor Fernando Durán Grande, el Cristóbal de Monroy se convirtió en un referente no solo para los estudiantes alcalareños, sino además para los alumnos procedentes de municipios cercanos, como Mairena del Alcor o El Viso, o incluso para la población sevillana más próxima.
De aquellas primeras imágenes de la inauguración del Instituto –apenas rodeado de viviendas– a las actuales, erigido ya en una de las bases de la educación alcalareña, ha pasado medio siglo. Ahora, el IES Monroy, después de diversas ampliaciones y reformas, acoge a más de 2000 estudiantes y en torno a 150 profesores, a los que se suma el personal docente.
En sus aulas se imparten clases de ESO, ESA y Bachillerato en tres modalidades: diurna, semipresencial y nocturna –esta última otra innovación en su época–; sin olvidar los ciclos formativos de grado medio y superior.
La celebración de esta efeméride continuará en 2018-2019 con un calendario de actividades, donde destacan dos semanas temáticas repartidas durante el curso, y una exposición en el Museo de la ciudad, en la que se exhibirán obras de antiguos alumnos del Instituto que cursaron la carrera de Bellas Artes.
