En la mañana del 28 de junio, los vecinos de la calle Méndez Núñez registraron en el Ayuntamiento un escrito dirigido a la alcaldesa, Ana Isabel Jiménez, para trasladarle el descontento generalizado en el vecindario con la obra de reurbanización que se ha llevado a cabo en la confluencia con Cardenal Cisneros.
Tres meses de obras después, la plazoleta «gris» y «sin sombra» en nada se parece a la zona de uso y disfrute prometida en el plan de recuperación de espacios verdes. El aspecto final, lamentan, es el de una plaza «dura» e «inhabitable». Por ello, han calificado de «vergonzosa» la situación.
En el escrito, los vecinos han explicado que las obras no están finalizadas y han detectado defectos en la construcción, como parte del pavimento inclinado y el hueco de una farola con cables tapado con hormigón.
Además, señalan que «no están puestos los arriates y que solo han plantado dos árboles pequeños que parecen secos». Durante este tiempo, también han visto cómo los operarios han levantado y vuelto a tapar la calzada en varias ocasiones. «Está todo parcheado», afirman.
Vistas a contenedores
La colocación de un banco orientado hacia el exterior de la plazoleta, con vistas a los contenedores que ocupan tres plazas de aparcamientos, ha provocado también la indignación de los vecinos, a los que les prometieron «compensar con aparcamientos» el cierre de una calle aledaña.
Los contenedores generan mal olor e insalubridad, dejando inutilizado el banco. «Lo lógico hubiera sido ponerlos mirando hacia la plaza, y los contendores pegados a la zona de césped retranqueando el acerado», critican.
Con este cúmulo de circunstancias, los vecinos se han visto obligados a exigir a la alcaldesa «la finalización de las obras» y que «mantenga la calle en un único sentido, como estaba antes», ya que «está generando muchos problemas de tráfico».