A partir de este lunes 3 de octubre, Sevilla se encuentra en estado de alerta debido a la escasez de lluvias y a que las reservas de agua de los embalses ya están por debajo del umbral de los 268 hectómetros cúbicos que marca el Plan de Emergencia ante Situaciones de Sequía de Emasesa.

Esta situación conlleva la activación de la ordenanza municipal reguladora de las medidas excepcionales aplicables al abastecimiento domiciliario de agua potable, que contempla la supresión de los consumos de uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial, además de definir las posibles sanciones en caso de incumplimiento y que se pueden consultar en las webs de los distintos municipios.

Para detectar los usos no permitidos susceptibles de penalización, la empresa pública Emasesa realizará inspecciones específicas que, en caso de infracción, se traducirán en expedientes que se remitirán a los ayuntamientos de aquellos municipios donde se produzcan para que estos abran y gestionen el posible expediente sancionador. Con esta medida se persigue alargar las existencias de agua y evitar los tradicionales cortes en el suministro que se han tenido que aplicar en anteriores sequías.

Desde 2018, las precipitaciones han sido insuficientes y el agua que ha llegado a los embalses no ha compensado el gasto realizado para poder abastecer a la población. Así, las reservas han pasado del 100 % de capacidad en abril de 2018 a menos del 42 %. En estos momentos el sistema se encuentra en alerta por escasez de recursos y el agua almacenada equivale aproximadamente al gasto de un año y medio.

Desde la declaración de prealerta, el consumo se ha reducido un 3 por ciento, y la alerta implica un 5 por ciento acumulado (en el Estado de Prealerta se marca el objetivo de un 2 por ciento y en Estado de Alerta, un 5 por ciento).

Prohibiciones en el uso del agua

  • Riego de jardines, praderas, árboles, zonas verdes y deportivas, de carácter público y privado.
  • Riego o baldeo de viales, calles, sendas y aceras, de carácter público y privado.
  • Llenado de piscinas, estanques y fuentes, privadas o públicas que no tengan en funcionamiento un sistema de recuperación o circuito cerrado.
  • Fuentes para consumo humano que no dispongan de elementos automáticos de cierre.
  • Lavado con manguera de toda clase de vehículos, salvo si la limpieza la efectúa empresa dedicada a esta actividad.
  • Instalaciones de refrigeración y acondicionamiento que no tengan sistema de recuperación o circuito cerrado.

El Plan de Emergencia ante situaciones de sequía de Emasesa contempla otras acciones durante esta fase de alerta, como son el aumento de la vigilancia del medio ambiente tanto en el área de cobertura de su actividad, como en los posibles recursos externos y sus ecosistemas acuáticos. En cualquier caso, las reservas equivalen a un año y medio de suministro incluso en el peor de los escenarios. Los meses de otoño y primavera suelen registrar precipitaciones que podrían mejorar las perspectivas y alargar las reservas.

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