Unas cien personas asistieron ayer al salón de actos de la Casa de la Cultura. El motivo: una conferencia ofrecida por dos expertos en la gestión de residuos, como Paul Connett y Carlos Arribas, que terminó en una agria discusión con un representante de Cementos Portland, empresa que, desde 2015, ha impulsado un proyecto de «valorización energética» con el que pretende quemar hasta 292 000 toneladas de basura en su planta de Alcalá.

La polémica autorización de la Junta de Andalucía a la cementera para incinerar residuos suponía el eje de los discursos, que también giraron en tono a las alternativas que pueden hallarse a través del reciclaje, la reutilización y el compostaje de materiales.

Un catálogo de «razones»
Ambas cuestiones fueron tratadas por el profesor emérito de Química Ambiental Paul Connett, quien, en tono divulgativo, aunque siempre apoyado en estudios, expuso un catálogo de «razones» para rechazar iniciativas como las de Cementos Portland: «Es malo para la economía local, es una forma cara de manejar residuos, supone una amenaza para la salud y la agricultura, disminuye el valor de las propiedades, lanza emisiones tóxicas, malgasta energía, no elimina vertederos…», señaló Connett.

Comprometido con la causa ecologista desde 1985, Paul Connett añadió, con una foto del barrio de La Venta de La Liebre y la fábrica de Cementos Portland al fondo, que «es criminal introducir dioxinas en el ambiente de gente que vive cerca», y que se deja «en manos de principiantes un tema tan delicado que deberían tratar los profesionales».

Connett criticó a las cementeras porque «solo piensan en el negocio, en producir montones de clínker; mientras los toxicólogos hablan de nanopartículas que se incrustan en los pulmones»; y advirtió la paradoja de que estas compañías «en vez de pagar combustible, reciben dinero por incinerar basura».

Por ello, instó a «los que toman decisiones» a proteger a la población con «una normativa fuerte y un monitoreo adecuado de las emisiones de gases», que «debería hacerse a largo plazo, durante, al menos, cuatro semanas, y no con tests puntuales».

El profesor de la Universidad de St. Lawrance, en Nueva York, se refirió además a los políticos locales y dijo que «deberían estar preocupados por que Sevilla se vea como una ciudad-vertedero»; e indicó, respaldado en un informe del Instituto de Salud Carlos III, que «Sevilla es la tercera provincia de España, después de Cádiz y Huelva, con mayor tasa de mortalidad por cáncer».

«Más que conciencia»
Junto a Paul Connet, intervino Carlos Arribas, coordinador estatal del Área de Residuos de Ecologistas en Acción, que se centró en las alternativas que pueden tener materiales como los neumáticos, cuya valorización se destina a «al césped artificial de campos de golf y de fútbol, losetas de seguridad, recubrimientos de quitamiedos o asfalto de carreteras», entre otros muchos fines.

En declaraciones a este periódico, Carlos Arribas comentó que la apuesta por estas alternativas en España es «ridícula», pues, por ejemplo, «solo 1100 kilómetros de carreteras proceden del reciclaje de neumáticos, a pesar de sus beneficios».

Según Arribas, el reciclaje, la reutilización o el compostaje «no implica grandes inversiones económicas, ni requiere grandes infraestructuras, sino adoptar medidas básicas para mejorar la recogida de materiales, hacer más efectivo el sistema de contenedores o modificar las ordenanzas de los ayuntamientos para que los ciudadanos reciban incentivos por reciclar o a las empresas se les impongan sanciones más altas por no hacerlo».

«Gastamos mucho esfuerzo –indicó Arribas– en separar los residuos mezclados». Para el miembro de Ecologistas en Acción, «faltad voluntad política» para emprender acciones. «No se trata únicamente de aumentar las campañas de conciencia, sino de tomar medidas a través de la fiscalidad o aplicar cambios de normativas».

Por otra parte, Arribas apuntó que «España, según cifras de Eurostat, aún está lejos de alcanzar el 50% de reciclaje, objetivo marcado por la normativa europea para 2020». Concretamente, en nuestro país solo se recicla el 29,7% de los desechos urbanos; mientras que apenas un 15% de la población hace uso del contenedor amarillo. Y como ejemplo de que la directriz de «basura cero» es posible, y «no una utopía», tanto Arribas como Connett mencionaron los casos de iniciativas llevadas a cabo en ciudades de Bélgica, Italia o en San Francisco (Estados Unidos).

Sobre la polémica generada en Alcalá con Cementos Portland, Arribas apuntó que «existe una connivencia de las administraciones públicas con el sector industrial, que explica la autorización para incinerar en cementeras. Los políticos se dejan encantar, sin pensar en los impactos que esto puede tener para la salud o la calidad del aire».

Otros espacios
Aparte de las charlas de Connett y Arribas en la Casa de la Cultura, las I Jornadas «Alternativas a la Incineración de Residuos» han continuado hoy en otros espacios, como el Centro Cultural Convento del Corpus Christi, de El Viso del Alcor, donde han pronunciado sus conferencias Alodia Pérez Muñoz, Daniel López e Iñaki Olano.

Las sesiones se cerrarán mañana en la Universidad Pablo de Olavide con cuatro talleres, que servirán para dar a conocer experiencias exitosas y métodos participativos en la gestión de residuos.

Periodista y guionista. Doctor en Periodismo y Máster en Guión y Narrativa Audiovisual. Interesado en la cultura en (casi) todas sus manifestaciones: literatura, música, cine, artes plásticas...

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