droga incautada en los registros / SA

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una red criminal afincada en Sevilla, que se dedicaba a abastecer distintos puntos de venta de droga en la capital hispalense y en distintas localidades andaluzas. Se han detenido a diez personas y realizado once registros en viviendas de la capital y de Alcalá de Guadaíra donde se han intervenido de más de 13 kilos de hachís, más de 11 kilos de marihuana, seis vehículos, cuatro de ellos caleteados para transportar la droga.

Una compleja red de distribución con sede en Sevilla

La investigación de la operación “Aurelio”, se ha llevado a cabo en dos fases, iniciándose la primera de ellas a finales del año pasado, a partir de informaciones obtenidas por los grupos especializados de la Policía Nacional para la lucha contra el tráfico de sustancias estupefacientes con motivo de la prevención de este tipo de delitos en la provincia de Sevilla.

Los agentes detectaron un grupo criminal organizado que estaría introduciendo grandes cantidades de cocaína para a su vez, repartirlas entre organizaciones de narcotraficantes; de esta forma, se puso en marcha una operación policial que se desarrolló en dos fases.

Primera fase

Durante la primera fase, los investigadores se centraron en establecer el modus operandi e identificar a los responsables de la organización criminal, lo que les permitió descubrir la compleja red de distribución que empleaban para hacer llegar las sustancias estupefacientes desde Sevilla – como centro neurálgico – hasta el resto de localidades andaluzas.

Utilizaban vehículos “caleteados” para el transporte de la sustancia estupefaciente, tanto en su adquisición como para su posterior entrega; en el argot delincuencial se denomina “caleta” a la oquedad practicada en las distintas partes de un vehículo con el único fin de ocultar su existencia tanto a los agentes de la Policía, como a posibles organizaciones rivales que pudieran tratar de apoderarse de la droga.

Los agentes interceptaron hasta cuatro vehículos caleteados, donde transportaban la droga hasta un piso franco, donde se guardaba la misma, así como se preparaba las partidas que luego distribuían a otros narcotraficantes.

Segunda fase

De la misma forma, en una segunda fase, confirmó la continuidad de la organización de narcotraficantes, quedando también patente que la misma tenía una segunda rama dedicada al tráfico de hachís, copando así tanto el mercado ilegal de la cocaína, como del hachís, duplicando sus ingresos y mostrando fortaleza frente al resto de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico.

La investigación culminó con el registro simultaneo de nueve domicilios, tanto en la capital hispalense como en la localidad vecina de Alcalá de Guadaíra; en estos registros se detuvieron a nueve personas, entre ellos a los cabecillas de la organización, incautándose un total de:

Más de trece kilos de hachís, tanto en tabletas como en bellotas. Más de once kilos de marihuana, desarticulándose una plantación “indoor” en uno de los domicilios. Al rededor de 120 gramos de cocaína preparadas para la distribución local al por menor. Distintas sustancias de corte y demás utensilios empleados en la elaboración de sustancias estupefacientes.  Gran cantidad de dinero en efectivo y terminales móviles. Por último, cuatro vehículos, teniendo dos de ellos practicadas una “caleta” similar a la de los otros vehículos intervenidos en la primera fase de la operación.

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