El 21 de marzo, la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) presentaba un aspecto inusual. Varios carteles pegados en cajas mostraban las carencias que sufre este servicio dependiente del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra. «Mesa sin personal», «sin personal nunca» o «mesa sin equipo» se podía leer en las notas manuscritas por las propias empleadas de la OAC a modo informativo para los usuarios; pero, sobre todo, exhibidas en señal de protesta por la situación laboral que sufren desde hace cuatro años.

Según el Sindicato de Empleados Municipales (SEM), que ha interpuesto una demanda en el Juzgado de lo Penal —todavía no admitida a trámite—, ya el 14 de marzo de 2014 se identificaron las carencias de la OAC. En un informe del servicio de prevención ajeno Fremap, se observaba «un elevado nivel de estrés y sobrecarga de trabajo» en la evaluación de los puestos. Dicho estudio valoraba como «importante» el riesgo de sufrir «fatiga mental», atendiendo a los baremos del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene.

Aumento del trabajo

Tras presentarse el informe del Fremap ante el Comité de Seguridad y Salud del Ayuntamiento, cada
uno de los sindicatos con representación en el Consistorio informó de los hechos en la Inpección de Trabajo, y solicitó una intervención inmediata, que aún no ha encontrado respuesta en el equipo de gobierno, más allá de que «se está abordando a través de un plan integral que engloba a Secretaría, Informática y Recursos Humanos». Palabras que, tras consulta de este periódico, repiten desde el gabinete de la Alcaldía.

Es más, desde aquel requerimiento, formalizado en octubre de 2016, las empleadas de la OAC aseguran que «no se ha tomado ni una sola medida» y que, por el contrario, «el volumen de trabajo ha aumentado» en tareas de tipo documental, registros, emisión de certificados para la escolarización, etcétera. Registros que, en algunos casos, se efectuaban anteriormente en los distritos o en los propios colegios, y que derivaron a este departamento.

Asimismo, las seis trabajadoras de la OAC, que tampoco han visto un respaldo en la plantilla, denuncian que sufren «una gran presión por parte de los usuarios», que han visto incrementado su tiempo de espera, generándose situaciones «tensas».

Entre las observaciones más frecuentes de las empleadas en su relación con los usuarios, se hallan el «control constante» que se hace a su trabajo o los «comentarios negativos» hacia ellas, especialmente cuando van al «desayuno o al servicio», o se levantan de su puesto para realizar alguna gestión. Situaciones que se han agravado en los años de la crisis.

Necesidades de la OAC

Las limitaciones de la OAC han provocado varios casos de atención sanitaria entre las empleadas. El 10 de octubre de 2016, una trabajadora fue atendida por el servicio de emergencias 112; y recientemente, en marzo de 2017, otra empleada abandonó su puesto de trabajo para acudir al centro de salud aquejada de una crisis de ansiedad.

Fue este último caso de estrés laboral el que desencadenó la reacción del resto de compañeras, que colocaron los carteles en las mesas de la OAC informando a los usuarios y protestando por las carencias que sufren. A estas protestas se sumaron el Partido Andalucista, Comisiones Obreras y el Sindicato de Empleados Municipales, que advierte en la «inacción» del gobierno local una «estrategia para que los ciudadanos revienten, y se justifique así la privatización del servicio».

Según el SEM, la OAC necessita más recursos humanos, pues se requiere un auxiliar administrativo y un ordenanza que supla las labores esporádicas que vienen realizando los vigilantes del entorno, cuya formación no permite canalizar adecuadamente las demandas de los usuarios.

Además, se exigen nuevos recursos materiales, como ordenadores y escáneres; adquirir las conexiones del programa Gestiona para mejorar la base de datos del padrón; establecer un sistema para traspasar la información de los distintos departamentos a la OAC; y, por último, reorganizar jerárquicamente el servicio y coordinarlo con el resto de los puestos de atención al público y distritos.

Periodista y guionista. Doctor en Periodismo y Máster en Guión y Narrativa Audiovisual. Interesado en la cultura en (casi) todas sus manifestaciones: literatura, música, cine, artes plásticas...

Deja un comentario