Las constantes lluvias que se han producido a lo largo de la segunda quincena del mes de marzo han dejado imágenes inéditas durante años en el entorno del río Guadaíra.

Entre las instantáneas más impactantes se encuentran las de las riberas, anegadas por el lodo; y los molinos, cuyas estructuras inferiores quedaron inundadas por el nivel del agua.

Las tres semanas de lluvia y viento que han traído las borrascas «Emma», «Félix» y «Giselle» han provocado la caída de árboles y numerosas ramas en el parque de Oromana.

Asimismo, la fuerza del viento dejó caer elementos del mobiliario urbano, como, por ejemplo, algunos postes informativos de los molinos y las rutas de senderismo.

En el molino del Algarrobo, al que acudieron muchos alcalareños para hacer fotografías, el río alcanzó más de dos metros de altura.

 

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