EMASESA llevará a cabo una serie de obras, en colaboración con el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, con objeto de ampliar la dimensión del colector de la margen derecha del río Guadaíra. Estas afectarán a la circulación en la zona del Puente Jesús Nazareno. Del 10 al 31 de agosto, se aplicará una reordenación del tráfico en la zona de confluencia de la calle San Francisco con la plaza El Perejil y el puente de la A-392. La circulación de automóviles se realizarán de forma progresiva. Los vehículos pesados deberán pasar por el Puente del Dragón y para los peatones se habilitarán pasarelas, vallas, señalizaciones y pasos alternativos.

Las obras se encuentran actualmente demoliendo las dos isletas para poder ejecutar este segundo desvío. Este lunes se está preparando el pavimento, y mañana  martes se realizará la señalización provisional. Todo ello para, una vez puesta en servicio, comprobar su eficacia. Transcurrido el periodo de prueba, se iniciarán los trabajos de demolición del firme afectado, manteniéndose este segundo desvío.

Objetivo de la intervención

El objetivo de esta intervención es, por un lado, ampliar y mejorar el saneamiento y la capacidad de respuesta en caso de precipitaciones intensas. Sobre todo ante los fenómenos de inundaciones en el entorno del Parque de Oromana. Y, por otro lado, la necesidad de una mayor evacuación de entornos urbanos.

La intervención se enmarcada en el Plan Director de EMASESA para Alcalá de Guadaíra. Esta afecta a la avenida Tren de los Panaderos desde el Complejo Deportivo San Juan a la calle San Francisco y la plaza de El Perejil hasta el Puente Jesús Nazareno. Cuenta con un presupuesto de 2.247.937 euros y un plazo de ejecución de 7,5 meses.

Rutas alternativas

Para que la reordenación del tráfico sea lo menos molesta posible, estas modificaciones en la calle San Francisco se producirán de forma paulatina. Los vehículos pesados deberán adaptar sus itinerarios atravesando el Puente del Dragón y, para los peatones se habilitarán pasarelas, vallas, señalizaciones y pasos alternativos para garantizar su seguridad.

A su término, esta obra aumentará la capacidad hidráulica de la red de saneamiento y minimizarán los alivios al río en tiempo de lluvias. En el curso de su ejecución, el tráfico se desviará por fases correspondiendo la próxima a una segunda etapa donde la reducción del tránsito rodado será menos restrictiva que la actual, permitiendo la circulación en todas las posibles direcciones.

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