El pinar de Oromana será sometido desde el lunes próximo a un tratamiento especial de choque para evitar la proliferación del tomicus destruens o ‘blastofagus’, un insecto perforador considerado el principal causante de la mortandad de pinos y que en Alcalá se dejará bajo mínimos para evitar que perjudique a los ejemplares del Monumento Natural Riberas del Guadaíra.
Los Servicios Urbanos municipales han detectado la presencia de este insecto en el paraje natural alcalareño que, en los últimos años, ha obligado a la práctica de talas y desmontes de árboles. Para atajar su efecto, en las próximas semanas se llevará a cabo una actuación de urgencia sobre los ejemplares con síntomas de ataque por tomicus y, al mismo tiempo, se acometerá un programa de control, seguimiento y prevención del conjunto de un pinar que cuenta con más de 3.500 ejemplares. Consistirá en la aplicación de biocidas específicos contra los insectos a exterminar, inocuos para personas y animales; y la colocación de trampas para un control y seguimiento anual de este parásito.
En el curso de una primera fase se intervendrá sobre el pinar de Oromana en la subida al Hotel, en el borde izquierdo del alcor hacia el río y la zona posterior a la instalación hotelera, en la vaguada izquierda en su caída hacia el río. El delegado municipal de Servicios Urbanos, José Antonio Montero, subraya la importancia de esta actuación para “preservar la salud de nuestros árboles y la belleza de nuestro parque. Con este tratamiento evitaremos la mortandad de ejemplares, mejoraremos su aspecto, su vigor, y contribuiremos a que las personas y los animales disfruten del pulmón verde alcalareño con totales garantías”.
Contra las plagas en el pinar de Oromana
Montero ha añadido que, en el marco del Proyecto de Recuperación y Mejora del Monumento Natural Riberas del Guadaíra, se está llevando a cabo una reforestación integral con especies autóctonas, “una intervención que no ha hecho más que empezar, ya que una vez tengamos bajo control las plagas se completará una reforestación mayor en aquellas zonas donde se hace más necesaria por la pérdida de árboles”.
Dado el valor histórico, paisajístico y medioambiental del parque alcalareño, se va a realizar un tratamiento integral con actuación inmediata y un control de mantenimiento y control prolongado en el tiempo. Incluye una vigilancia entomológica para la detección precoz de los mosquitos y de las especies de moscas, especialmente de aquellas especies de interés en salud pública.
Seguirá un diagnóstico de situación del parque alcalareño con la identificación de las principales especies que pueden devenir en plaga, sus ciclos biológicos, hábitats y fuentes de alimentación, focos de origen, densidades de población, umbral de tolerancia, distribución y extensión de las poblaciones, así como la identificación de los factores ambientales y estructurales que favorecen su presencia y multiplicación. Se enumerarán las medidas sanitarias y ambientales necesarias; la evaluación y el seguimiento con arreglo a la eficacia del tratamiento para tener a las poblaciones de las distintas plagas bajo control.
La empresa encargada de esta actuación dará cuenta cada semana del servicio biocida, tipología, su lugar de realización, medidas de control y de seguridad, quedando acotadas al tránsito e informándose con antelación acerca de las zonas objeto de tratamiento, en caso de necesidad. También, cada trimestre se emitirá un informe de las actuaciones realizadas en los que se relacionarán las especies identificadas, zonas de ubicación, características de sus hábitats y factores ambientales, entre otros, con el fin de obtener la máxima eficacia en el control de plagas.