La cervecería El Mejillón abrió sus puertas hace ya 20 años. Desde entonces, este negocio familiar es un lugar de referencia en la gastronomía alcalareña y de los alrededores. Se caracteriza, fundamentalmente, por haber sabido fidelizar a una clientela familiar durante todos esos años.

Con motivo del vigésimo aniversario, su dueño José Luis Duarte junto con su hijo, José Luis Duarte Rubio, ha hecho una importante reforma en el interior y en su reconocible fachada. La insonorización del local, la remodelación de sus paredes, mostrador y mobiliario y su decoración, sencilla y elegante ha sido efectuada por la empresa alcalareña de decoración y mobiliario, Habitando, S.L. Un cambio producido en consonancia con la atención y el servicio que ofrecen.

La calidad de sus productos está a la vista en las vitrinas. Sus especialidades son, especialmente, los pescados y mariscos procedentes de las costas de Cádiz y Huelva; fritos, cocinados, a la plancha, y cocidos en su punto con exquisita delicadeza.

Entre sus numerosas variedades pueden encontrar las gambas, los langostinos de Sanlúcar, el pulpo, patas rusas, cazón, boquerones en vinagre, cañaíllas, almejas y coquinas, y las insuperables ortiguillas de Chipiona fritas con mucha fineza. También ofrece gambas al ajillo, puntillitas, el arroz —los domingos— y numerosos y diversos aliños, así como las chacinas variadas, montaditos y unas insuperables cabrillas (en temporada).

Cabe destacar que tiene un buen surtido de tapas y raciones, así como preparados para llevar.

Pero si algún producto destaca, ese es el mejillón gallego, su «tapa estrella», la que da nombre al establecimiento y que es elaborado y presentado de diversas formas: al vapor, al ajillo, rellenos, aliñados… Es imposible olvidar las sensaciones que producen al paladearlos. Todo ello, acompañado de una buena cerveza y unos excelentes vinos blancos y tintos de diversas procedencias.

Una cervecería que cuida todos los detalles, desde una atenta limpieza hasta la calidad de la materia prima que tiene el difícil éxito de que todo lo que el cliente pide está bueno.

El luminoso establecimiento consta de una amplia y moderna barra, muy concurrida los fines de semana, y un salón, complementado con una amplia repisa rodeando una columna central con sillas altas. Posee una pequeña terraza.

Asimismo, el servicio y el buen trato del personal manteniendo una excelente relación calidad-precio en sus productos. Una visita imprescindible que prestigia el panorama de la restauración alcalareña.

Por algo está incluido en la Guía Gastronómica de Alcalá.

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