El pasado día doce de noviembre se reunieron una veintena de comerciantes de la Plaza de la Almazara ataviados con silbatos y pancartas con motivo del nuevo horario que les obliga a echar el cierre a las seis de la tarde. 

Las nuevas medidas impuestas por la Junta de Andalucía obliga a cerrar a las seis a todos aquellos establecimientos considerados no esenciales. Los pequeños comercios son los más afectados y en concreto el sector de la hostelería. Ante esta situación, los dueños de los locales de esta plaza se organizaron a través del boca a boca y repartieron silbatos con una misión clara: hacer ruido para alertar a los ciudadanos de la situación. “Estamos aquí para que las propias personas de Alcalá nos ayuden a seguir adelante”, comentaba una comerciante. La protesta tiene intención de repetirse cada día a la misma hora hasta que la medida cambie o se ofrezcan otras alternativas. 

Durante la protesta algunos propusieron soluciones de diversa índole. “Es muy injusto, tenemos que hacer el cierre de los comercios a las seis de la tarde y lo más normal es que hubiera una normativa donde a las siete estuviésemos todos confinados”, alega uno de los protestantes. Otra de las alternativas que se han oído esta tarde ha sido la de flexibilizar los horarios y permitir la apertura hasta las ocho con el objetivo de no perder las ventas de la hora punta y evitar el hundimiento que ya se produjo durante el confinamiento de la primera ola. 

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