El molino de origen medieval de San Juan de Teatinos, “está sufriendo un rápido y grave proceso de deterioro ante la impasibilidad municipal”, según denuncia las asociaciones Parque Vivo del Guadaíra, Alwadi-ira, Salvemos el Guadaíra y Bermejales Activa.

Dicho molino, ubicado en el Parque Riberas del Guadaíra y de titularidad municipal, sufrió en el mes de mayo el derribo de parte de una de las estructuras que quedaban en pie, “convertida a escombros por medios municipales ante el riesgo de una posible caída de su cubierta”.

Según explican en un comunicado, en el mes de junio una gran cantidad de residuos vegetales procedentes de podas y limpiezas del Parque estuvieron ardiendo varios días, “sin que aparecieran los bomberos para controlar el fuego en un lugar de acceso público y de interés patrimonial”.

El 23 de julio el Ayuntamiento de Sevilla anunció el vallado perimetral del recinto para detener el proceso de deterioro provocado por actuaciones incontroladas y sobre todo, “para evitar riesgos como los lamentablemente sucedidos en la Hacienda del Rosario”, Sin embargo, según denuncian estas asociaciones, “poco ha durado esta protección, ya que la totalidad de la malla ha sido recientemente sustraída así como buena parte de los vástagos”.

“Este lamentable robo ha sido propiciado por dos circunstancias: la nula presencia policial en este parque y la existencia contigua al parque de un territorio sin Ley, un vertedero donde conviven residuos tóxicos, frecuentemente quemados y cuyas emisiones afectan a la calidad del aire de barrios vecinos como Palmete, La Plata y La Negrilla, animales alojados en cuadras en condiciones dudosas y personas que han ocupado vías pecuarias y fincas para construir infraviviendas y naves de todo tipo, donde se localizan chatarrerías y otros negocios, algunos legales y la mayoría alegales o claramente irregulares”, denuncian.

Los usuarios del Parque han denunciado “la frecuente incursión de quads, motos y otros vehículos a motor, así como de animales, lo cual genera una situación que propicia riesgos para los transeúntes y daños al parque”. “El robo de vallado sin duda está vinculado no solo a la falta de control del parque, sino además a la imposibilidad de garantizar el cierre del Parque en horario nocturno, y a su invasión desde tan conflictivo espacio, siendo necesario que de una vez los ayuntamientos de Sevilla y Alcalá de Guadaíra, competentes en la ordenación urbanística de este espacio, y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, al ser ocupado el dominio público hidráulico, intervengan”, piden.

En su defecto las consejerías con competencia en urbanismo y medio ambiente “deben intervenir también de forma subsidiaria, al ser afectadas la legalidad urbanística y una vía pecuaria, y la Fiscalía por la gravedad de los acontecimientos y de los riesgos que concurren”, conluyen.

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