Es uno de los monumentos más destacados del Patrimonio arquitectónico natural de Alcalá de Guadaíra, tanto por su historia, sus cambios de fisonomía adaptados a los usos de cada momento y su tipología de edificio original.

El Molino del Algarrobo, en uso desde el siglo XIV hasta mediados del siglo pasado, es objeto estos días de un completo trabajo de conservación en su interior que abarca mucho más que una limpieza y pintura de las paredes de cada sala, y que continuará con un tratamiento especial de las paredes externas a la que se sumará la limpieza de la azuda y los cárcamos junto al río.

Bajo la supervisión técnica, los trabajos en el interior del Molino del Algarrobo están permitiendo dejar a la vista elementos históricos que estaban ocultos como piedras encaladas o ladrillos en los que se observa ahora con nitidez la marca de cada alfarero. Las paredes internas están siendo objeto de un tratamiento con jabelga, una mezcla de marmolina, agua y cal.

En la sala de molienda también ha quedado al descubierto una de las superficies del suelo con sus losas originales ocultas por tiempo bajo una capa de cemento y pintura. Junto a las labores de pintura, mantenimiento y restauración interna del Molino, también se llevan a cabo trabajos en el exterior con fungicida, limpieza especial, tratamiento de las paredes y pintura de la fachada principal.

En breve, se llevará a cabo la limpieza de los cárcavos y de la azuda con la reparación de los frontales para que, una vez lleguen las lluvias, el agua del río pase sin dificultad.

Previo al Molino del Algarrobo, el Ayuntamiento ha realizado acciones de mantenimiento y restauración en el interior y exterior de otros molinos como el de la Aceña, Benarosa y San Juan. El Molino del Realaje ha sido objeto de actuaciones externas y en breve se prevé el inicio de la restauración en su interior.

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