Durante más de un año, La Voz de Alcalá ha ido publicando una serie de abandonos, en gran medida del patrimonio municipal. Abandonos producidos en la mayoría de los casos desde hace bastante tiempo y que, además de haber producido un ingente gasto de dinero público continúan sin perspectivas de solucionarse. Pero no solo se ha abandonado en estos años el patrimonio, además, hay proyectos han acabado en el olvido, muchos de ellos puesto en marcha con escasa utilidad y otros iniciados y abandonados al poco tiempo. Eso sí, con una buena dosis de propaganda municipal adobada de irrefragables mentiras.
Recuerdo muchos de ellos y otros que van apareciendo en mi memoria que sería muy prolijo detallar por importancia y por el tiempo en el que se produjeron.
Uno de esos proyectos que tuvo mucho de propaganda y costó bastante dinero es el del filósofo y educador toledano, José Antonio Marina, contratado por el equipo de gobierno de Gutiérrez Limones para llevar a cabo la campaña de Alcalá Educa. Una iniciativa que afrontaba el reto de convertirse en la primera experiencia conocida en Andalucía en materia de educación social con el objetivo de fortalecer las instituciones educativas básicas; familia y escuela. El proyecto fue puesto en marcha por la Fundación Alcalá Innova, otra empresa municipal que entró en concurso de acreedores, costó ingente cantidad de dinero y de la que nunca más se supo.
iguiendo con el proyecto, Marina pretendía movilizar los talentos locales, recursos y energías de las empresas e instituciones alcalareñas en un período de dos años. El inicio de dicho proyecto fue presentado por Pedro Molino en 2009 y que terminó por abandonar por la falta de interés municipal. Un proyecto interesantísimo que tuvo acogida en algunos centros educativos y del que nunca más se supo.
En el 2001, se creó la Feria de Muestras Alcalá Expone. Una feria de celebración bienal en años impares y que, en una de sus celebraciones En 2005, El Consulado de Alemania en Andalucía y el Ayuntamiento de Alcalá alcanzaron un acuerdo para fomentar las inversiones de la industria alemana en Alcalá, sobre todo de los sectores del metal, de la fabricación de maquinaria industrial. Existía un acuerdo entre el Grupo Volswagen para el desarrollo de una tecnología de última generación. También hubo una notable presencia del físico alcalareño Juan Pérez Mercader del que se ha dejado de tener contacto con él. Eso sí, todas organizadas por Alcalá Innova con dinero de todos los alcalareños. ¿Qué ha pasado? Más propaganda municipal de un proyecto fracasado.
El macroproyecto del carril bici y los alquileres de bicicletas. Otro gran fiasco que se creó en 2008 y que tuvo que ser retirado un año después, con un presupuesto de 140.000 euros, más lo que costó la instalación de unos bolardos en Nueva Alcalá que tuvieron que ser retirado a los pocos días sin dar ninguna explicación. Instalación de paradas, robos de bicicletas, vandalismo… Un periódico llegó a titular el servicio diciendo que «Alcalá tenía más concejales que usuarios de bicicletas». ¿Dónde estarán? Propaganda y despilfarro.
Otro proyecto anunciado y abandonado en el tiempo fue La Feria Canina. Una celebración con aportación de ingente cantidad de dinero que tuvo una duración indeterminada y organizada por otra empresa municipal Alcalá Comunicación Municipal (ACM).
Un pequeño y breve repaso merece la Feria de la Tapa de Alcalá y que tuvo solo cuatro ediciones. Las dos últimas con polémicas y fracaso.
También se abandonaron los distintos planes de movilidad que han costado ingentes cantidades de dinero y que no se ha puesto en marcha. Proyectos destinados a organizar uno de los problemas más graves de Alcalá: la circulación y los aparcamientos de vehículos. Eso son solo algunos de los proyectos víctimas de los abandonos, de las mentiras y de la propaganda institucional.
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