El Ministerio de Defensa ha declarado desierto el mayor contrato armamentístico de la historia del Ejercito de Tierra para fabricar y desarrollar en una primera fase 345 blindados VCR 8×8 Dragón por 2083 millones de euros, principalmente en las fábricas de Santa Bárbara, de la estadounidenese General Dynamics, en Alcalá de Guadaíra y Trubia, en Asturias. A largo plazo, el programa preveía una inversión de 3836 millones de euros para la fabricar 345 vehículos, así lo aprobó el Consejo de Ministros en julio de este mismo año. 

Finalmente, Defensa ha rechazado el contrato por razones técnicas, operativas y económicas, al no cumplir ni en el plazo de ejecución ni en el número de prototipos. Además, según el Ministerio, no ofrecen garantías financieras si ocurriera algún imprevisto.

El contrato se adjudicó a Santa Bárbara por ser «la única opción con capacidad industrial suficiente para atender el objeto del contrato». Según Defensa, la producción de la nueva flota generaría 650 puestos de trabajo directos y otros 1.000 indirectos, y supondrá un impacto relevante en las economías de Alcalá de Guadaíra y las otras poblaciones en las que tienen plantas de producción las empresas que participan en el proyecto.

No obstante, el proyecto sigue adelante con el mismo presupuesto sigue vigente y Defensa tiene previsto adjudicar el programa mediante un concurso público. En este caso existe la posibilidad de que otras empresas opten al contrato y de que la factoría alcalareña se quede sin el encargo.

Expectativas económicas

La alcaldesa de Alcalá, Ana Isabel Jiménez, visitó la fábrica acompañada por el director senior de Operaciones, Calidad y TI de Santa Bárbara Sistemas y el actual director de la fábrica José Andrés López de Fez, quien ha subrayó la trascendencia que tendría Alcalá en la ejecución de este programa. La alcaldesa destacó «la importancia que la empresa Santa Bárbara tiene en Alcalá como generadora de sinergias en el ámbito económico local, en particular entre las pymes de la ciudad» y se ha mostró convencida de que «el nuevo contrato supondría un impulso para el empleo y la economía local». Llegó a asegurar que «el componente de innovación que aplica Santa Bárbara en su fábrica de Alcalá es un acicate para que las empresas locales suministradoras mejoren sus productos y servicios, haciéndose más competitivas».

Sin embargo, el rechazo del contrato supone un frenazo a las expectativas generadas y deja en el aire un contrato de 3836 millones de euros que, en gran medida, repercutiría en la economía alcalareña. En la actualidad, genera unos 235 puestos de trabajo directos en proyectos como los vehículos blindados de cadenas Pizarro y Castor para el Ejército de Tierra.

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