Alcalá es, tras la capital, la ciudad con mayor índice de criminalidad de la provincia, con 4,9 infracciones por cada cien habitantes. Así, se sitúa por encima de la media provincial y por delante, incluso de Dos Hermanas que cuenta con el doble de población.
A pesar de ello, las infracciones penales descendieron un 2,2% en 2018 respecto al año anterior, según los datos publicados por el Ministerio del Interior. En total, el año pasado se registraron 3.694 infracciones frente a las 3.779 del 2017. No obstante, incrementaron un 8,7% los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria. Además, se registró un homicidio o asesinato, el ocurrido en noviembre calle Hilarión Eslava donde un joven acabó con la vida de su madre.
Los delitos contra la libertad e indemnidad sexual disminuyeron un 6.7%. Asimismo, descendieron un 13,7% los robos con violencia e intimidación. También bajaron un 6,5% los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones. La misma tendencia han seguido los hurtos con un descenso del 10,1%. Especialmente significativas han sido las reducciones del 33% en la sustracción de vehículos y del 36,4% en el tráfico de drogas.
Los cifras computadas provenientes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, policías autonómicas y policías locales que proporcionan datos al Sistema Estadístico de Criminalidad.