Alwadi-ira – Ecologistas en Acción- ha presentado un Recurso de Alzada y un escrito en el Ayuntamiento de Alcalá contra la resolución de la Delegación Territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en Sevilla, que concede autorización administrativa previa, de construcción, así como declaración de utilidad pública para la infraestructura de evacuación de las instalaciones de generación de energía eléctrica promovida por la Sociedad Mercantil Griffin Deverops.

La instalación tiene previsto dar servicio a cuatro plantas fotovoltaicas que se instalarán en las inmediaciones de la dehesa de Bucaré: Cerrado Cabrera, Los González, El Primo Alemán y Hazas de la Sesenta, una zona de altísimo valor natural, por ser de invernada para importantes colonias de aves esteparias, situada en una encrucijada de zonas protegidas, con un suelo y paisaje sobresalientes. La calificación actual de PGOU es la de suelo protegido de interés agrario, imposible de mantener, si se instalan más de 600.000 mil placas fotovoltaicas en unas 400 hectáreas.

Alwadi-ira – Ecologistas en Acción defiende las energías renovables, no obstante, “estamos alarmados por la imparable cesión de suelo, en nuestro término municipal, a macro-proyectos de plantas fotovoltaicas, aproximadamente 1.300 ha, sin que se consideren, suficientemente, los valores medioambientales afectados por los proyectos presentados”.

Como se desprende del Informe elaborado por José Prenda Martín, Catedrático de Zoología de la Universidad de Huelva, la zona elegida para la implantación de plantas fotovoltaicas tiene una biodiversidad excepcional. “El área descrita posee unos elevados valores de biodiversidad, sin parangón en el contexto de las campiñas del valle del Guadalquivir. Ello debe ser consecuencia de su posición geográfica, de su productividad y de la estructura de su paisaje, con una elevada conectividad, que incorpora, al margen de zonas agrícolas de secano, espacios forestales, dehesas, zonas de matorral, cuerpos de agua temporales y permanentes. así como una red de drenaje bien desarrollada”, explica.

En esta zona, la riqueza y la densidad de la avifauna es ostensiblemente superior a la de cualquier otra similar, especialmente de rapaces y de especies esteparias. Como se refirió antes, la productividad en general y de conejo, en particular, junto con la estructura en mosaico del paisaje, han de ser determinantes de sus valores de biodiversidad. A pesar de estos valores, la zona se ha venido transformando paulatinamente en tiempos más o menos recientes, a partir de la acumulación de impactos de diferente magnitud, que van desde el asfaltado de caminos, a la construcción de infraestructuras, o el cambio de uso de los suelos. La continuación de este proceso conducirá irremisiblemente al empobrecimiento y banalización de sus valores de biodiversidad. El valor de conservación de la zona se ve acentuado por su proximidad a grandes espacios antrópicos muy transformados, como el área metropolitana de Sevilla o diversas localidades del entorno que están perdiendo aceleradamente su carácter rural, como Utrera, Arahal, Marchena o los núcleos urbanos de Los Alcores. Estos desarrollos que constriñen el espacio rico en biodiversidad a la vez sirven de contraste para magnificar su importancia o simplemente para situarla en una dimensión real de la misma.”

Alwadi-ira – Ecologistas en Acción considera que los Estudio de Impacto Ambiental conocidos no evalúan suficientemente la repercusión sobre las aves, simplemente se hace mención, someramente, a que no se verán afectadas áreas ZEPAs, lo que incumpliría el artículo  46.4 de la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad (Medidas de conservación de la Red Natura 2000), que supone la trasposición de la Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestre. La Directiva 79/409 de Aves prohíbe el deterioro de los hábitats de las aves en el interior de las zonas ZEPA (art. 4.4) y su minimización o deterioro fuera de dichas zonas.

Las Plantas fotovoltaicas se ubicarán a corta distancia del núcleo más valioso de la Zona de Interés de Aves Europea (ZIAE), del espacio protegido Red Natura 2000 “Río Guadaíra”, que fue incluido en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), no han tenido en consideración suficientemente la incidencia sobre el Medio Hidrológico, ni el recurso edáfico (suelo), donde se asientan las instalaciones, ni el impacto paisajístico, ni el impacto arqueológico… Las instalaciones proyectadas se localizan en las proximidades de los cauces del río Guadaíra y el arroyo de la Montera, sin que se haga mención y analice la incidencia en el Programa Coordinado de Recuperación del río Guadaíra.

La Sociedad Ecologista Alwadi-ira vuelve a denunciar que, mientras la administración autonómica ha comunicado la solicitud y el proyecto a nueve entidades públicas y privadas, se olvida, una vez más, de la existencia de nuestra asociación. Tampoco, el Ayuntamiento ha arbitrado los mecanismos de participación, como establece el artículo 6 de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía 7/2002, de 17 de diciembre, ni en relación con los proyectos recurridos, ni en la tramitación de la modificación puntual del PGOU para la regularización de la implantación de instalaciones fotovoltaicas, impidiendo la defensa de los intereses medioambientales de los ciudadanos representados por Alwadi-ira.

La Sociedad Ecologista Alwadi-ira recuerda que será necesario tramitar la modificación del PGOU con una preceptiva Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), regulada en la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental, que tiene como fin principal la integración de los aspectos ambientales en la planificación pública.

El proyecto que recurrimos y las plantas fotovoltaicas proyectadas responden a intereses exclusivamente económicos del sector, sin que se haya valorado suficientemente la pérdida del suelo, el paisaje ligado a la propia actividad agrícola y a elementos territoriales, como el río Guadaíra, setos de interés medioambiental, la Dehesa de Bucaré, su rica biodiversidad, especialmente su avifauna.  Si se permite la instalación de más de 400 has. de placas fotovoltaicas, el declive será inevitable y la recuperación de la zona una quimera a todos los efectos, conculcándose gravemente los derechos señalados con anterioridad y causándose un daño irreparable al medioambiente.

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