La fundación se dirige al presidente de la Junta de Andalucía con una propuesta para frenar el cambio climático y vincular a los niños a su lugar de origen.

Con esta propuesta la Fundación Savia pretende que se logren dos grandes objetivos en paralelo: vincular la vida de la persona con su territorio, pues el nexo que se establece entre el niño o la niña, su familia y los espacios verdes de su municipio tendrán dos grandes protagonistas que crecerán a la vez; y de otro lado, renovar y recuperar arbolado que en su conjunto está sufriendo un claro deterioro debido a la disminución de las precipitaciones y aumento de las temperaturas que está provocando el cambio climático.

“Cada año nacen en Andalucía, si tomamos la media de la última década, más de 80.000 niños, si por cada uno de ellos se plantase un árbol, en una década se habrían recuperado 8.000 hectáreas de superficie verde en Andalucía” afirma Francisco Casero, presidente de la Fundación Savia.

La colaboración de las consejerías de educación y medio ambiente de la Junta de Andalucía con los ayuntamientos y los agentes sociales es fundamental para lograr la implicación de las familias y planificar las especies de árboles y los lugares donde serán colocados en cada municipio. A cada niño se le entregará la información básica de la ubicación y características del árbol, y siempre que sea posible se podrá colocar ‘in situ’ una placa informativa o similar.

“El objetivo pasaría por asociar el nacimiento del bebé a la plantación del árbol, implicando a la familia y ofreciéndole al niño una referencia de la ubicación, la especie, información de sus cuidados y longevidad y lograr con ello un vínculo, un lazo afectivo entre la nueva vida de la persona y el crecimiento del árbol. La acción, mediante agregación irá, a medio plazo, vinculando a las familias andaluzas a su entorno, a su territorio lo que hará aumentar claramente su compromiso y siendo más sensibles a las posibles inclemencias a las que pueda ser sometido el patrimonio natural”.

Esta iniciativa, más allá de ser simbólica, tiene un enorme calado en el territorio y su gente. Es necesario recordar que Andalucía está siendo afectada de forma clara por los rigores del cambio climático, la desertización y los incendios forestales están mermando la superficie arbolada. La generación de conciencia colectiva de la importancia de los espacios verdes y la biodiversidad es fundamental para una población cada vez más asociada a espacios urbanos, alejados de los ciclos naturales, pero que deben saber que, sin ellos, la vida en las ciudades resultaría imposible.

“Además de los desplazamientos del campo a la ciudad y la costa, el número de nacimientos en espacios urbanos es muy superior a los nacimientos en el medio rural. El simple paso del tiempo hará que tengamos andaluces y andaluzas netamente urbanos”.

La Fundación Savia tiene previsto en las próximas semanas reunirse con varios ayuntamientos para concretar y poner en marcha la propuesta que no requiere una gran inversión económica pero que tiene múltiples beneficios sociales y ambientales.

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