La fruta se manipulaba y transportaba sin ningún tipo de control ni medidas higiénico sanitarias, en pleno estado de alarma sanitaria por coronavirus

La Guardia Civil ha detenido a 11 personas e investiga a otras 2 por 15 delitos de robo y hurto de cítricos y por receptación, entre otros delitos. Los hechos se remontan a finales de enero de este año,  cuando agentes del Equipo ROCA de la Guardia Civil  de Carmona, interceptaron de madrugada y en las proximidades de El Viso del Alcor,  un todo terreno cargado de mandarinas. Los agentes interrogaron a los ocupantes sobre la carga no pudiendo obtener datos sobre la procedencia, por lo que  abrieron una investigación.

En principio se centraron en determinados vecinos de Torreblanca y Mairena del Alcor que, de forma habitual y de manera organizada, hurtaban cítricos en explotaciones agrícolas de la provincia de Sevilla y Huelva en vehículos todo terreno a los que les maximizan la zona de carga. También extendieron sus investigaciones tratando de averiguar el destino final de la fruta robada, considerando que pueda ser adquirida a precio más bajo por establecimientos mayoristas o minoristas.

Tras vigilar domicilios, movimientos de vehículos y personas sospechosas, se detectó que el grupo lo forman, al menos, 12 personas. Se desplazaron a las fincas donde van a cometer el hurto, a veces, más de 100 kilómetros. Una vez en el lugar y una vez asegurarse que no hay ningún guarda que les pueda sorprender, acceden a la finca para cargar los cítricos.

Los agentes averiguaron que para evitar ser descubiertos, guardaban la mercancía sustraída en un inmueble en desuso en El Viso del Alcor. Una vez descubiertos los integrantes y el modus operandi, los investigadores se centraron en identificar el lugar que recepta las grandes cantidades de fruta sustraída por estos individuos. En una de las vigilancias se detectó cómo se realiza un trasvase de cítricos a una furgoneta vinculada a un mayorista de fruta de la localidad del Viso del Alcor.

Ambos vehículos realizaron la operación, que duró algo menos de una hora, en una finca rústica y posteriormente se dirigieron al casco urbano de El Viso del Alcor, estacionando a la altura de la empresa que se sospecha que recepta la mercancía.

Ya entrado el mes de abril, y decretado el estado de alarma, con el obligado confinamiento de personas, la Guardia Civil se vio obligada intensificar la investigación, llegando a realizar vigilancias sobre los objetivos durante  24 horas, ante la posibilidad de que se puedieran estar introduciendo naranjas sustraídas en el circuito del comercio legal, sin ningún tipo de trazabilidad, la incertidumbre añadida de que alguno de los investigados pudiera estar contagiado por el virus covid-19, y que la carga se realiza en los vehículos sin ningún tipo de desinfección o limpieza.

En una de las vigilancias, los agentes sorprenden uno de los vehículos sospechosos cuando realiza una carga de naranjas en cajas para su venta al mayorista investigado. Los agentes localizan unos 1500 kilos de naranjas en el inmueble abandonado que usaban de guardería en el que evidencian suciedad, chatarra y animales entre la fruta y en el que se encontraban 2 individuos con la carga.

Siendo estimada la cantidad de fruta robada desde el inicio de campaña de unos 60.000 kilos y de 4.800 kilos la fruta intervenida, con un valor aproximado en total de 21.000 euros; los daños producidos en las diferentes explotaciones agrarias son valorados en unos 4.000 euros.

La fruta fue destinada a la destrucción indicándose por el Ayuntamiento que ese inmueble sería demolido para evitar que se repitan este tipo de hechos. En los días sucesivos  se procede a detener a 11 personas y a investigar a 2 más por un total de 15 delitos de Robo- Hurto De Cítricos, Estafa, Pertenencia a Grupo Criminal, Desobediencia Grave (ya que los investigados hacen caso omiso al estado de alarma de forma reiterada) y delitos Contra La Salud Pública, dadas las condiciones insalubres del transporte,  las instalaciones donde guardan la fruta, las personas que manipulan, que carecen de certificado de manipulación de alimentos. Todo ello durante la emergencia sanitaria del Covid 19.

También se han constatado delitos  Contra La Seguridad del Tráfico, puesto que  uno de  los investigados fue identificado conduciendo sin  permiso de conducir. Finalmente un Delito De Receptación, el receptador tras la toma de la declaración, indica que la fruta que compra a dicha organización es vendida en fruterías de Sevilla, sin concretar ninguna y que utiliza furgonetas con el logotipo de su empresa de frutas para así pasar desapercibido.

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