Le escribo desde el desconocimiento de los resultados electorales. He leído los principales programas electorales que concurren a las elecciones y todos están llenos de buenos deseos, todos quieren lo mejor para Alcalá, todos ven soluciones fáciles a problemas muy complejos.

Hay problemas muy serios de nuestra ciudad (el paro, la deuda, la destrucción del tejido industrial…) para los que no hay soluciones fáciles y otros igualmente importantes para los que la política local no tiene ni medios ni competencias (la construcción de un nuevo instituto, el tren, la carretera a Dos Hermanas…). Sí hay una serie de temas en los que su gestión puede y debe decidir ser parte de la solución, no del problema. Le enumero solo algunos, por si le sirven de algo.

Me parece importante eliminar la sombra de clientelismo de la labor política local. La dedicación política no puede convertirse en palanca de promoción profesional o social. La ciudadanía tiene (tenemos) la sensación de que la política partidaria local se ha convertido en un reparto de cargos y prebendas en el que la militancia política prima sobre los méritos y capacidades. Mal asunto. Creo también que los ciudadanos estamos peligrosamente desvinculados de la vida local, de los proyectos y decisiones que afectan a nuestra ciudad. Me parece urgente aprovechar las fuerzas de muchos colectivos ciudadanos y atraer a muchos alcalareños capaces y brillantes para arrimar el hombro. Para ello, hay que conseguir que la implicación no manche ni desacredite. La recuperación y dinamización del centro histórico, la plaza de abastos, la vida cultural, la protección del medio ambiente… se pueden beneficiar del empuje de una ciudadanía implicada y crítica.

Hay mucho que mejorar en la pesada maquinaria burocrática local. Una mejor y más rigurosa gestión de los recursos (materiales y humanos) pueden ayudar a que una gestión simple no tarde meses o años en solventarse. La presión fiscal es necesaria pero hay que administrarla con tiento. Asfixiar impositivamente a los ciudadanos (el IBIatraco…) y a quien se atreva a emprender un negocio es una pésima idea.
¡Suerte y éxitos, alcaldesa!

Licenciado en Filología Inglesa. Profesor en el I.E.S. Albero.

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