Por la amplia acera pasea un niño, inmóvil sobre un patín eléctrico, junto a sus padres. Pasea quieto, mientras come con parsimonia patatas fritas de una bolsa enorme que sostiene bajo el brazo. Su gesto no es de felicidad, sino de hastío o desengaño prematuros. Pasea el patín eléctrico junto al matrimonio y el niño se mueve, paradójicamente inmóvil, con él. 

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Rafael Ojeda Rivero. Doctor en Medicina. Especialista en Anestesiología y Reanimación, que ha ejercido en el hospital Virgen del Rocío desde enero de 1990. Ha sido vicepresidente del Comité de Ética...