Mi tío era guardia civil y fue atropellado por un coche estando de servicio. Murió en el hospital horas después. De aquel terrible episodio conservo el recuerdo de la profunda tristeza en que durante largo tiempo quedó sumido mi padre, de cuya vulnerabilidad tuve conciencia por primera vez. Por algún capricho de la memoria, recuerdo también que mi tío perdió las botas en el accidente, algo en verdad insólito, pues las botas del uniforme eran altas y ajustadas y para quitárselas se requería un notable esfuerzo.

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Rafael Ojeda Rivero. Doctor en Medicina. Especialista en Anestesiología y Reanimación, que ha ejercido en el hospital Virgen del Rocío desde enero de 1990. Ha sido vicepresidente del Comité de Ética...