El deterioro de la vía peatonal que conecta las calles Pino Tea y Pino Negral, en la urbanización Pinares de Oromana, es ya una muestra más del abandono generalizado que sufre este enclave residencial. Lo que debería ser un espacio amable para el paseo se ha convertido en un sendero impracticable, más propio de una ruta de trekking que de una zona destinada al tránsito peatonal. El firme presenta un estado ruinoso, con numerosos baches, desniveles y bloques de hormigón levantados que dificultan gravemente la circulación. La falta de mantenimiento ha dejado esta calle en condiciones peligrosas, especialmente para personas mayores o con movilidad reducida, que directamente no pueden utilizarla con seguridad

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