A principios de agosto de 2009, La Voz de Alcalá informaba sobre el cierre del Campin Oromana. La empresa concesionaria se vio obligada a poner fin a su actividad ante un demoledor informe del departamento de Inspección de la Delegación Provincial de Turismo, que señalaba su estado de abandono y su nula adaptación a la normativa que regulaba los campamentos.

En pleno verano, justo cuando más demanda podría tener, Alcalá se quedaba sin unas instalaciones que, desde sus orígenes, atravesó por numerosos altibajos, sin llegar a consolidarse en ningún momento, a pesar de su excelente ubicación en el Puntal de Oromana, junto al Campo de Tiro.

Aunque Luis Costa, el director de Campin Oromana, anunciaba una «reforma total» de este espacio turístico, con la intención de reabrirlo seis meses después, la realidad fue otra muy distinta. El desmantelamiento de las parcelas y las edificaciones fue progresivo, hasta alcanzar una situación de dejadez lamentable, que aún hoy se sigue sufriendo en la zona. Desde entonces, ningún proyecto tomó la alternativa del campin.

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