En todas las crisis o situaciones de cambio los peor parados suelen ser siempre loe que menos recursos tienen. La última crisis y dejó un récord de paro de 12.162 personas en la ciudad. En abril, la cifra registrada de personas paradas fue de 10.122. Teniendo en cuenta que 5130 trabajadores de empresas de Alcalá están incursos en Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), y que muchos de ellos aún no han podido cobrar las prestaciones, es posible acercarse a la realidad numérica de personas que dependen para su subsistencia más básica -alimentación e higiene- de las ayudas de los servicios municipales o de distintas organizaciones sociales de la ciudad. Tan solo el número de familias contabilizadas y atendidas por Servicios Sociales, Cáritas, Ropero del Socorro y el Banco de Alimentos superan de largo las 2300, prácticamente el doble de las que venían siendo atendidas por todas ellas hasta la llegada del virus. Y este es el dato de aquellos que solicitan ayudas. Ocultos quedan todos los que, gracias a la red de ayuda familiar, evitan tener que recurrir a las entidades. El estado de alarma por la crisis del coronavirus es una situación excepcional e inédita, y visibiliza la enorme cantidad de personas que vive sin de los ingresos de cada día en la ciudad. La crisis sanitaria ha sacado a la luz gran parte de esta realidad sumergida.

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