Recientemente, el diario As se hacía eco de los triunfos de Nazaret Florián, justo al comienzo de la temporada de vóley playa. El torneo de Maspalomas, perteneciente al Circuito Madison –o lo que es lo mismo, el campeonato nacional–, estaba a punto de comenzar, y Florián iba a disputarlo por sexta vez.
Lo cual no era poca cosa. En todas las ediciones del tour Madison había estado presente esta alcalareña de 28 años, que, a pesar de haber fraguado una exitosa carrera en el vóley –tanto en pista como en arena–, sigue siendo una desconocida en su ciudad; tierra a la que, por cierto, «siempre recuerda y de la que se siente orgullosa» cuando le preguntan por su lugar de nacimiento o la entrevistan para el As.
Falta «visibilidad»
Sin embargo, el reconocimiento de Alcalá hacia Florián no ha sido el mismo. «Nunca he recibido una llamada ni he obtenido una beca», afirma. Y ocasiones ha habido para ello.
Desde que empezara relativamente «tarde» en el Club Voleibol Cervantes, a los quince años, Nazaret Florián ha cosechado un notable palmarés, que le ha llevado a disputar la Superliga Femenina o la Copa de la Princesa con equipos de La Rioja, como el Murillo y el Haro, o de Madrid, como el Alcobendas o el VP Madrid, donde ahora termina contrato.
Sus 184 centímetros de estatura, sus facultades como receptora y su gran capacidad anotadora hicieron de Florián una jugadora fiable y «todoterreno», con cualidades también para el vóley playa; modalidad a la que dio el salto cuando aún militaba en el Club de Voley Playa Dos Hermanas.
Casi sin experiencia, «fuimos al Campeonato Andaluz –comenta Florián–, y quedamos segundas. Nos clasificamos para el Campeonato de España y conseguimos un quinto puesto. Allí se acercó el seleccionador español sub 21, que me invitó a participar en el Europeo».
Y desde entonces, tanto en categorías inferiores como senior, Florián no ha parado de participar en torneos de vóley playa, en los que, como cota máxima, alcanzó un noveno puesto en el Mundial sub 21.
En su fulgurante ascenso, la alcalareña reconoce el apoyo de sus compañeras: Olga Matveeva, Clara Lozano y, ahora, Tania Navarro. En cuatro ocasiones ha sido subcampeona de España, y once veces ha ganado pruebas del Circuito Madison; campeonato que, al llegar el verano, alterna con el voleibol.
Licenciada en Periodismo y nutricionista, Nazaret Florián preside, además, la Asociación de Jugadores de Voleibol de España; cargo que ha asumido con el reto de ayudar a que su deporte alcance «visibilidad a través de la televisión» y, de paso, mejoren las condiciones salariales, ya que «tan solo los veinte o treinta jugadores top se pueden permitir vivir de esto». Con la paradoja que esto conlleva, puesto que el vóley playa tiene un «gran potencial», apostilla Florián.
«En los Juegos Olímpicos es el deporte con mayor audiencia y las entradas más caras», señala la alcalareña cuyas citas más cercanas se encuentran ahora en las playas de Huelva o Cantabria.