Alcalá tiene una nueva perla del balompié que brilla en la cantera del Sevilla FC. Pablo Rivera dio sus primeras patadas a un balón en la escuela de Ramón Vázquez y continuó formándose como jugador en la Carretera de Utrera, en la Ciudad Deportiva Ramón Cisneros Palacios. En el mismo lugar donde se formaron las estrellas Jesús Navas y Sergio Ramos que, justo el año que Rivera llegó al club, acababan de levantar la Copa del Mundo en Sudáfrica.

El alcalareño empezó a jugar al fútbol con solo tres años. Su entrenador era el hijo de Ramón Vázquez. Hoy ambos están en el Sevilla. El primero como jugador de la cantera que se proyecta hacia la élite. Ramón, el hijo del histórico delantero del club hispalense, como analista del primer equipo.

En la escuela de Ramón Vázquez también entrenaban sus dos hermanos mayores. Muy pronto empezó a destacar y lo ascendieron de categoría, donde jugaba su hermano Álvaro, empezando así a disputar partidos con niños dos años más grandes. «Me llamaban gato pero a la inversa. A mi me subían de categoría. Recuerdo que jugué poco tiempo con gente de mi edad», afirma Rivera en conversación con La Voz de Alcalá.

Antes de cumplir los seis años, jugando un partido en el campo del Estrella, a Antonio, su padre, le avisan de un interés del Real Betis Balompié. Antonio desconocía los intríngulis del fútbol y pidió consejo a Ramón Vázquez, que le aconsejó esperar una semana porque el Sevilla también le seguía los pasos. Y, claro, siendo el club de su familia, Antonio y su hijo esperaron la oportunidad, que no tardó en llegar. «Somos sevillistas, así que existiendo esa posibilidad intentamos no coger la otra opción», recuerda Rivera. Al poco tiempo comenzó a entrenar con los de Nervión.

Aunque en el horizonte de Pablo está ser profesional de fútbol, nunca ha dejado de lado los estudios. Cursó su etapa escolar en los Salesianos y decidió estudiar bachillerato en el IES Profesor Tierno Galván. Al terminar el primer año de este, coincidió con que los entrenamientos con el Sevilla pasaron a ser en horario de mañana, por lo que acabó esta etapa educativa en el nocturno del Cristóbal de Monroy. A día de hoy sus ganas de seguir aprendiendo le han llevado a cursar el Grado Superior de Comercio Internacional online en Madrid, donde está estudiando el segundo año. Sostiene que, aunque parezca complicado de compaginar, «con una buena organización y con ganas puedes hacerlo perfectamente».

Pablo Rivera, con solo 20 años, ha demostrado sus capacidades con el Sevilla Atlético, equipo con el que ha ganado el título de Liga suponiendo el ascenso de categoría. El deportista se ha ganado un puesto muy importante en la plantilla gracias a su buen juego, que le hace destacar cada jornada en el filial del club al que lleva unido 14 temporadas.
Desde muy pequeño, su ídolo ha sido Xavi Hernández, actual entrenador del FC Barcelona, aunque ahora sus referentes son Rodri, del Manchester City, y el serbio Gudelj, actual jugador del Sevilla FC, en el que se fija para seguir ofreciendo cada día lo mejor al club de sus amores.

El joven alcalareño ha ido pasando por los escalafones inferiores del club hasta llegar a lo que es hoy. En su primer curso como senior, ha vivido una campaña muy completa, ya que, aun teniendo ficha del tercer equipo ha estado en dinámica con el filial casi todo el curso donde ha jugado 18 partidos, debido «desgraciadamente» a la lesión de Lulo Dasilva. El título lo consiguieron a falta de una jornada, certificando el ascenso del segundo equipo.
Para Rivera, el próximo curso «pinta muy bonito, aunque complicado», y espera seguir madurando en el campo y tener un papel «aún más protagonista en el equipo». «No tengo una bola de cristal para ver el futuro, pero como sea como este año, lo firmo donde haga falta».

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