Ya hemos venido comentando en algunas de las entregas que Sandra Dugan no tuvo nunca en cuenta ningún orden, pues lo que vamos encontrando nos parece desorden —no descartamos que algún día todo este caos tenga algún sentido, pero ese día no ha llegado—. La ordenación de los Diarios en cajas fue solo aparente, porque, al irlos sacando, ninguno tiene cualquier tipo de marca que nos permita secuenciarlos. Solo las fechas de los textos nos dan una cronología de los diarios, reflexiones o ejercicios literarios, pero la fragmentación de los textos es la regla general hasta el momento, no habiendo sido posible encontrar continuidad en los escritos de ninguna naturaleza. Como ejemplo, el texto que publicamos hoy.
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