- No se resuelve el caso del asesinato del anillo
- Primer diario de Sandra Dugan
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Primero sentí en la piel una frescura nueva, como si toda la piel se me erizara. Mi padre me decía que era la humedad salada la que nos ponía el cuerpo así, como renovado, como si lo dejara limpio y fuerte, con una tersura que era nueva para mí. Todo el aire estaba lleno del mar que iba a ver por primera vez, pero que todavía no era agua, sino atmósfera. Me parecía estar sumergida en un mar donde los pulmones me sirvieran para respirar, porque el mar, como digo, era de aire.
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