Foto del tríptico publicitario del Hostal Goya que se hizo en su día. Propiedad Pilar López. Coral Gata

Al cabo de los tres años de su apertura como hostal, este establecimiento fue adquirido por la comunidad religiosa de los Claretianos, que demostraron su interés en comprarlo por su situación privilegiada. Lo mantuvieron cerrado durante unos años, convirtiéndose posteriormente en casa de ejercicios. Los Claretianos agregaron el solar colindante de la derecha de la calle Bailén, donde se construyeron la zona de servicios y cocina, abriéndose a principios de los años ochenta como Casa de Ejercicios.

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