El futuro altar de la Virgen del Águila ha entrado en su última etapa de ejecución. La mitad del proyecto artístico que se gestó en 2010 está finalizada, lo cual ha suscitado en la Hermandad de la patrona de Alcalá algunas expectativas para un posible estreno el año próximo.

Sin embargo, los mensajes que se lanzan desde la Junta de Gobierno son de prudencia. El hermano mayor, Juan Manuel Ruiz Portillo, comenta que prefieren no apresurarse en el tramo final de unos trabajos que, hasta el momento, se han realizado «fase por fase, pagando cada una de ellas, sin hipotecar a la Hermandad y sin vanidad por parte de un hermano mayor u otro por presentar la obra».

La base de carpintería, además de las tablas que integrarán el retablo –a cargo del pintor alcalareño Jesús Alcarazo–, están ya terminadas. Ahora le tocaría el turno a Francisco Verdugo, el tallista que también se ha encargado del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno y que, dado los encargos que tiene pendientes para otras hermandades, marcará los tiempos de la obra.

Según Juan Manuel Ruiz, «existe un compromiso por parte de Verdugo para entregar la talla en 2019; aunque también habría que tener en cuenta los informes técnicos que se hagan antes del dorado y el montaje finales».

Proyecto iconográfico
El nuevo retablo de la Virgen del Águila responde a un proyecto iconográfico que asienta su origen en una hipotética reinterpretación en estilo neogótico del antiguo altar del siglo XIV, que se perdió, primero, con los destrozos de las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia y, finalmente, con el incendio al inicio de la Guerra Civil.

De aquel retablo no quedaba ninguna referencia visual, salvo varias fotografías de la pintura de La Natividad, conservadas por la Universidad de Sevilla. Esa tabla sobrevivió al expolio de los franceses y ahora ha servido de modelo para la recreación que ha planteado Jesús Alcarazo, autor de las otras tres obras que completarán el retablo en sus dos calles laterales: La Anunciación, La Asunción y La presentación de Jesús en el templo; esta última bendecida en el santuario el 27 de mayo, tras exponerse en el Museo.

Por otra parte, el futuro altar abre varias incógnitas en la composición artística del templo. Como indica Juan Manuel Ruiz, «aún está por decidirse qué destino se le dará al dosel que cubre la imagen de la Virgen del Águila».

La Hermandad baraja varias opciones, entre las que gana peso la de trasladar la pieza a una de las naves laterales del santuario, donde se le podría dedicar un altar a San Fernando, figura clave en los orígenes de la devoción a la patrona. Y si fuera así, quedaría abierto un nuevo proyecto, que sería el de encargar esa nueva imagen de San Fernando a un taller de prestigio en Sevilla.

Mientras tanto, el hermano mayor insiste en no acelerar el proceso que ha avanzado «sin mucha publicidad» y teniendo en cuenta «una previsión de incidencias económicas».

Periodista y guionista. Doctor en Periodismo y Máster en Guión y Narrativa Audiovisual. Interesado en la cultura en (casi) todas sus manifestaciones: literatura, música, cine, artes plásticas...

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