Sabino es una persona sencilla, amable, campechana, sin ningún tipo de afectación. Me recibe en compañía de su amigo Tilano. Charlamos sobre sus cuadros sin montar, pero no importa, empieza a desembalarlos y a enseñármelos, le hago unas fotos con parte de ellos de diversos tamaños. Lo primero que aprecio es un dominio del dibujo y la perspectiva. Luego hablaré del color.

El agua es el elemento principal de sus cuadros: Agua de las Dueñas, Agua dulce, Agua loca, Agua primera… son algunos de los títulos.

La transparencia y el movimiento que le imprime al preciado líquido pone al descubierto los fondos. Tarea difícil. En su cuadro Agua primera nos muestra el detalle –una hoja en el suelo–, las sombras, los reflejos. Sus fuentes con azulejos están resueltas muy bien de perspectiva, de geométrica composición y realismo, de color. También expone una marina, Mar y cielo, con un rebajamiento del color más azul, casi negro, hasta un celeste plomizo apreciándose el movimiento de las olas.

Rocas, ríos, fuentes, azulejos… Todo resuelto con concisión, con rigor, con detalles. El color, muy bien mezclado. Texturas recubiertas bien resueltas.

Curiosa composición de un cuadro mostrando el parabrisas de un coche desde su interior, donde, acercándose, se aprecian las gotas de haber llovido, con un paisaje urbano de fondo totalmente desenfocado como si fuera una fotografía.

Lo entrevistamos a la par que comentamos los cuadros.

Sabino es cordobés (Pozoblanco), de 56 años, Licenciado por la Universidad de Barcelona en la especialidad de diseño industrial y gráfico, y en Bellas Artes por Sevilla. Actualmente es asesor de Imagen de Canal Sur Televisión.

Expone veinte cuadros de distintos tamaños, de distintos lugares, todos con el agua de protagonista.

Pintor y retratista. ¿Dónde se expresa mejor?
Me gusta pintar, pero quizás la parte mágica del retrato ganaría si tuviera que decidirme por una de las dos.

¿Usted es un pintor hiperrealista? ¿Qué diferencia encuentra con la fotografía?
Para mí son dos cosas totalmente diferentes, nada tiene que ver. La fotografía está realizada con una máquina, la pintura hiperrealista (de verdad), la hace un pintor sin máquinas ningunas. Lo que la máquina hace con el obturador, el pintor lo hace únicamente con sus ojos. La máquina graba lo que entra por la ventana; lo que pinta el pintor lo forma y compone él, los colores los crea él, la sensación de cercanía y lejanía la crea él…como te darás cuenta, soy un gran defensor del trabajo artesano hecho a mano y, por supuesto, de la pintura hiperrealista que yo admiro tanto, no tanto los temas que tratan mayormente los hiperrealistas que me parecen tan tristes.

¿Cómo definiría el agua? ¿Por qué este contenido?
El agua es un elemento purificador, que quita la sed y que refresca. Me atrae la magia de su transparencia, me gusta expresar su profundidad y su movimiento. Me gusta pintar cuadros con los que te apetezca sentarte frente a ellos.

¿Cuánto tiempo lleva pintando?
Yo me recuerdo pintando de siempre, en las cajas de zapatos, en el interior blanco de los armarios de formica. El primer cuadro lo pinté con siete años –y lo conservo– y siendo niño, conocí a José Herruzo, un gran pintor de mi pueblo. Él me enseñó lo que era un estudio de pintura, a saber cómo se mezclan los colores, a mirar y a ver en definitiva.

¿Qué técnica utiliza?
Me gusta trabajar con acrílicos porque secan muy pronto y puedes insistir rápidamente sobre el mismo detalle. Utilizo últimamente, como soporte la tabla que yo mismo preparo.

¿Conoce la Escuela de Pintura de Alcalá?
Por supuesto, es un punto de partida, un referente, un ejemplo a seguir. Sánchez Perrier es uno de los pintores que me emocionan, sus reflejos en el agua, su técnica tan depurada es alucinante para mí. Jiménez Aranda, García Rodríguez, Pinelo… son y serán siempre, unos pintores de primera fila.

¿Cuáles son sus proyectos futuros?
Seguir pintando cada vez más, hasta que mis ojos me lo permitan. Ahora estoy preparando una exposición muy curiosa porque serán de abanicos pintados por mí, de diferentes temas y estilos. Hay otra exposición en mente sobre la dehesa del valle de los Pedroches, de Córdoba, paisajes cambiantes según la hora del día y de la estación del año que sea. Como ves, tengo muchísima ilusión en ella.

¿Cómo ve la pintura actual?
Hay de todo, claro. Hay pintores impresionantes de una calidad altísima. En nuestra tierra y en el mundo. Aclarar un concepto: llamarle a cada cosa por su nombre, me refiero a cuando se le llama pintor a un señor que no utiliza pintura, sino un ordenador. Tendrían que denunciarse o, por lo menos, llamarles por su nombre, pero no pintores. // Quiero terminar esta oportunidad que me brinda el periódico para agradecer a Paco Mantecón, compañero de Bellas Artes y amigo, que es el que me ha brindado y facilitado todo para exponer en este gran pueblo.

Director de La Voz de Alcalá desde 2000. Fotoperiodista de la Agencia EFE y diversos medios como ABC, El Correo de Andalucía y la revista Triunfo.

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