«Un arqueólogo de pico y pala, y con callos en las manos». Así definió el abogado Vicente Romero Muñoz a su amigo Francisco García Rivero, a quien el I Congreso de Historia y Cultura de Alcalá de Guadaíra ha dedicado sus cuatro jornadas, celebradas en la Casa de la Cultura entre el 24 y el 27 de abril.

La cita académica, que ha organizado la Asociación Padre Flores, rindió homenaje al investigador alcalareño de la forma que, quizás, podría haber disfrutado más: con nuevas aportaciones sobre el pasado de Alcalá, «su patria chica».

A su modo, según se recalcó en la presentación del Congreso, García Rivero fue un «referente» para los historiadores locales, a pesar de no haber cursado estudios de Historia. Como apuntó Francisco García Canto, hijo del homenajeado, su padre abarcó investigaciones desde todas las perspectivas y métodos posibles, «obtenía información de las fuentes tradicionales, de las bibliotecas y los archivos; pero también de los testimonios orales y del trabajo de campo».

Sobre esto último, García Canto hizo referencia a su apasionada labor como fundador de la Asociación de Arqueología, volcada en las excavaciones en el Castillo.

Variedad temática

En total, fueron 21 las comunicaciones presentadas en este Congreso, que coincide con el 25 aniversario de la Asociación Padre Flores; además de incluir una conferencia inaugural, que pronunció Vicente Romero Muñoz y que se centró en «La Primera República Española en Alcalá»; y una mesa redonda que puso el epílogo.

Entre las comunicaciones, los temas tratados sobresalieron por su variedad. Por ejemplo, la primera sesión se dedicó a «los personajes en su historia», es decir, las figuras representativas del pasado local, como el conquistador de las Indias Martín de Ledesma Valderrama, sobre el que disertó José Luis Pérez Moreno; o el diputado republicano en el Sexenio Revolucionario Juan Manuel Cabello de la Vega, sobre el que ha investigado Pablo Romero Gabella.

La segunda jornada se centró en las fuentes escritas. En este apartado participaron, entre otros, Antonio García Claret y Manuel Jesús García, que trataron los trabajos de Pedro León Serrano; Antonio Borge, que diseccionó Alcalá desde el prisma del Catastro de Ensenada y el Diccionario Madoz; o bien, Vicente Romero Gutiérrez, que profundizó en el manuscrito del Padre Flores y su testimonio sobre la ceremonia de la seña.

Las «crisis y transformaciones» sufridas por Alcalá acapararon la atención de la tercera jornada, mientras que «los espacios y la cultura» fueron motivo de análisis en el día de cierre. Día en el que se presentaron las actas del Congreso, con la intención, según sus organizadores, de darle continuidad a las Jornadas de Historia local de los años ochenta y noventa, y «de motivar a los jóvenes investigadores».

Periodista y guionista. Doctor en Periodismo y Máster en Guión y Narrativa Audiovisual. Interesado en la cultura en (casi) todas sus manifestaciones: literatura, música, cine, artes plásticas...

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