El abogado publica una obra «breve» que resume las principales etapas del pasado.

A Vicente Romero le pedimos un ejercicio de síntesis con su ya resumida historia de Alcalá que acaba de publicar. Si tuviera que decantarse por cuatro momentos en el pasado de la localidad, elegiría la época de Tartessos, por la importancia que tuvo en el origen de Alcalá; Roma, que es «madre de todo» y a la que «debemos la indutrialización del río»; la Reconquista, que «nos devuelve a Occidente»; y las décadas finales del siglo XIX, cuando irrumpe el ferrocarril, que «extiende el comercio del pan» por Sevilla.

En su casa, junto a la iglesia de Santiago, el abogado alcalareño va desgranando las claves de su Historia breve de Alcalá de Guadaíra, que recopila sus estudios recientes, hechos ya durante la jubilación. «La jubilación está para hacer lo que no se ha podido durante la vida activa —comenta—. Luego ya tendremos el descanso eterno».

Para esta obra, editada por el Patronato Nuestra Señora del Águila, Vicente Romero se ha servido de 162 libros con referencias a Alcalá, prestando especial atención a los últimos hallazgos arqueológicos y a fuentes ineludibles, como las Memorias del Padre Flores. Pero también se advierte la investigación directa, realizada en el Archivo Municipal, don de dice haber leído «una a una las Actas municipales desde el siglo XVI».

Según señala, la aportación principal de este libro es la de haber resumido siglos de historia con un tono divulgativo, «sin alarde erudito», que se adereza con más de ochenta ilustraciones. Es decir, «un libro manejable para las personas que no tienen tiempo» para leer tantos textos históricos sobre Alcalá.

Punto de partida

Historia breve de Alcalá de Guadaíra se propone como una invitación o un punto de partida para profundizar en el pasado de la localidad. «Quizás —apunta Romero— el aspecto más desatendido de nuestro pa sado sea el económico, que no se ha estudiado bien en ninguna época, porque es difícil por la falta de datos».

Entre los pilares de la economía, destaca el pan, el agua y la aceituna de mesa, cuya exportación inició Alcalá Henke a principios del siglo XX. A partir de ese periodo, indica que Alcalá «creció muy bien, aunque luego el tirón fue excesivo, lo que se refleja en nuestros días, donde vemos barrios desconectados entre sí. Alcalá se convierte en una ciudaddormitorio, que pierde personalidad por la cercanía de Sevilla».

En la faceta positiva, destaca «el buen trato de los alcalareños hacia los que llegaron de fuera»

 

Periodista y guionista. Doctor en Periodismo y Máster en Guión y Narrativa Audiovisual. Interesado en la cultura en (casi) todas sus manifestaciones: literatura, música, cine, artes plásticas...

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