Diversas circunstancias permanecen en el recién inaugurado museo donde se expone Pasión de Alcalá. Llama poderosamente la atención el acceso a la primera planta que impide ser visitada por personas con movilidad reducida debido a la escalera de acceso. La abigarrada exposición impide ser visitada con cierta comodidad, especialmente por la distancia entre personas debida a la pandemia. Asimismo, cuando las obras expuestas sean utilizadas por las distintas hermandades, el museo verá reducidas las mismas.
El día de la inauguración, sorprendentemente, aprovechando unas obras de Emasesa en la calle La Mina, se cortó al tráfico rodado. ¿Casualidad? Como nota curiosa, la placa de mármol que hay en la entrada contiene tal cantidad de nombres de miembros del Consejo de hermandades y de políticos que han cometido el error de cambiarle el apellido a uno de ellos. Ignoro si cambiarán la placa o quedará para siempre el cambio del apellido.