Texto de Juan Jorge García García.
El pasado día 1 de marzo, en plena Cuaresma, se cantó por primera vez en Alcalá de Guadaíra el Himno al Santísimo Cristo de la Vera Cruz, que es al mismo tiempo, el Himno común que suele cantarse en todas las Hermandades y Cofradías de este título.
Como es sabido, la devoción a la Vera Cruz en Alcalá fue sembrada por los frailes franciscanos en su Convento de Nuestra Señora de los Ángeles (fundado en los alrededores y trasladado al pueblo en 1565), en el que tuvo espaciosa capilla propia la Hermandad creada para darle culto al Señor Crucificado en el Santo Madero, siendo el faro que alumbraba la fe de los alcalareños durante siglos. Posteriormente, con la Desamortización y los avatares que la siguieron, y especialmente con la Guerra Civil, se destruyeron las imágenes; hasta que en 2011, por medio de la cesión de una antigua imagen a la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía Sacramental de Adoración Nocturna Española al Santísimo Sacramento, que fue bendecida por el Obispo Auxiliar de Sevilla en 2018 tras una larga y laboriosísima restauración, fue recuperada esta ancestral y primitiva advocación pasionista de Nuestro Señor Jesucristo en la ciudad del Guadaíra, permaneciendo al culto en la iglesia del franciscano Monasterio de Santa Clara.
Así, a las doce del mediodía, hora del Ángelus, de ese 1 de marzo, comenzó su andadura un nuevo grupo musical en Alcalá de Guadaíra: el Cuarteto Vocal “Réquiem Aetérnam”, que actuó junto a la Orquesta de Cámara “Alguadaíra”, constituida en diciembre de 2020, y ambas bajo la dirección de José Manuel Iglesias Moreno, con un Concierto de Música Sacra, organizado por el Consejo General de Hermandades y Cofradías, en colaboración con la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad, en la Parroquia de San Sebastián, en el que, afortunadamente, una de las piezas interpretadas fue precisamente ese hermoso himno conocido por todos los Cruceros, diseminados por España, Hispanoamérica y otros lugares, que dice:
Proclamemos jubilosos el triunfo de la Cruz,
y adoremos fervorosos el sacrificio precioso
en que se inmoló Jesús.
Toma tu cruz y sígueme, Tú nos has dicho, Señor;
contigo vamos a tomarla, con tan dulce carga,
te amaremos mejor.
Formando un haz apretado como has querido Tú,
caminemos hermanados, siempre a tu Cruz abrazados,
Cristo de la Vera Cruz.
Toma tu cruz…
Te rogamos nos concedas, vivir en tu hermandad
y siguiendo tras tus huellas que al fin lleguemos por ellas
a gozar tu eternidad.
Toma tu cruz…
El Cuarteto vocal «Réquiem Aetérnam» lo forman Pedro Bernal (voz Contratenor), Alberto Ramos (voz Tenor), Juan Pedro Rodríguez (voz Barítono), José Manuel Iglesias (voz Bajo). La Orquesta de Cámara “Alguadaíra” está formada por Laura López (Violín). Ana Rodríguez (Oboe), Pablo Villa (Fagot), José Manuel Iglesias (Clarinete), y Antonio Dorado (Violonchelo).
Las obras interpretadas en este concierto de presentación fueron las siguientes: “Saeta del Silencio”, de Francisco de Paula Solís; “María Santísima del Dulce Nombre”, de Luis Lerate Santaella; “Christus factus est” de Vicente Gómez Zarzuela; “Tus Dolores son mis penas”, de Antonio Pantión Pérez; “Amarguras”, de Manuel Font de Anta y Manuel Font Fernández de la Herranz; “Himno de la Vera Cruz”, adaptación de Sergio Asián; “Jesús de las Penas”, de Antonio Pantión Pérez; “Anima Christi”, versión latina de Fr. Marco Frisina; “Virgen del Valle”, de Vicente Gómez-Zarzuela Pérez; “Stabat Mater”, de Zoltán Kodály; “La Madrugá, de Abel Moreno Gómez.
Un concierto muy aplaudido por los asistentes, que premiaron así no solo la magnífica interpretación de todas las piezas escogidas, con las que contribuyeron a elevar el espíritu de los presentes, sino especialmente por el esfuerzo de estos jóvenes alcalareños, encabezados por su director, José Manuel Iglesias, al poner en marcha estas dos nuevas agrupaciones musicales, en estos momentos tan difíciles y complicados que la situación pandémica nos está haciendo vivir.