El domingo 18 de junio la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía de Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento, celebró la Función Principal de Instituto en honor a su Titular, Jesús Sacramentado, en el Monasterio de Santa Clara, finalizando así el ciclo eucarístico que había comenzado el viernes 26 de mayo con el Pregón de la XIV edición de la Exaltación Eucarística con motivo del Corpus Christi, en la que se glosa esta gran fiesta en Alcalá, continuando con la habitual asistencia de la Sección a la Procesión del Santísimo Sacramento el día de la solemnidad del Corpus, colocada, por cierto, en un lugar a todas luces inadecuado, ya que, una vez más fue desplazada del grupo de las Hermandades y Cofradías que tienen como Titular principal a Jesús Sacramentado.

Los cultos consistieron en la Octava de la Solemnidad durante la semana del 12 al 17, celebrados en la parroquia de Santiago el Mayor, en la que fue erigida canónicamente la Sección, en la solemnidad de Todos los Santos, el 1 de noviembre de 1902, en comunión con la Comunidad parroquial. Así, aunque los cultos son a honor y gloria del Santísimo Sacramento del Altar, se encaminan siempre al bien espiritual y a las intenciones de todos los hermanos adorares y fieles en general, para expresar mejor esa Comunión existente entre todas las Instituciones, Comunidades, Hermandades y Grupos de la Parroquia, así como otras con las que la Sección alcalareña tiene lazos fraternales, el Consejo directivo estableció, además las siguientes intenciones especiales: lunes 12: Comunidad de Hijas de la Caridad, Hermandad del Stmo. Cristo de San Miguel (Tercera Palabra) y Grupo de Oración al Espíritu Santo que dirige el Padre Manuel Ángel Cano; martes 13: Comunidad de Siervas del Hogar de la Madre y Hermandad de Nuestra Señora del Águila Coronada; miércoles 14: Comunidad Parroquial de Santiago el Mayor y Comunidad Neocatecumenal; jueves 15: Comunidad de Misioneras de Acción Parroquial y Asociación Divina Pastora de las Almas; viernes 16: Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno; sábado 17: Grupo de la Virgen Peregrina de Schoenstatt y Hermandad de la Divina Misericordia. La Función Principal estuvo dedicada a pedir por la paz en el mundo, por la total recuperación de Su Santidad el Papa francisco y por las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada, en tanto que en el Memento de difuntos se recordó al Sr. Cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo, quien fuera Presidente-Adorador Honorario de la Sección Alcalareña, y a Sor Margarita Monedero Espino, recientemente fallecida a los 91 años de edad, muy querida en la ciudad, siendo la última de las hermanas que vinieron a reconstruir el convento, que quedó asolado en 1936.

Los cultos de la Octava fueron oficiados por el clero parroquial, esto es, el Rvdo. Sr. D. Manuel María Roldán Roses, Cura párroco de Santiago el Mayor y el Rvdo. D. Manuel Ángel Cano Muñoz,  vicario parroquial de la misma. Consistieron en la Santa Misa vespertina, seguida de Exposición Mayor, Estación a Jesús Sacramentado, Oración comunitaria de Presentación de adoradores correspondiente a cada día, finalizando con la bendición de Su Divina Majestad.

La Función Principal la ofició el Rvdo. P. D. Gustavo Martagón Ruiz, SDB., Cura Párroco de San Juan Bosco (Sevilla), sacerdote alcalareño que fue hace unos años, director de la Casa Salesiana de esta ciudad. Tuvo lugar en el Monasterio de Santa Clara, en el que se encuentra la Sección adoradora. En la monición de entrada de la Misa, leída por un adorador, se explicó claramente el sentido de la Función: “Estamos en el Domingo XI del Tiempo Ordinario, el Domingo de la Octava de la gran solemnidad del Santísimo Corpus Christi, el domingo en que la Sección de Adoración Nocturna de Alcalá celebra su Fiesta Principal de Instituto, en honor y gloria del Santísimo Sacramento del Altar, el que da razón de ser a esta Cofradía, que fue erigida canónicamente en la ciudad el año 1902.

Por eso, es el día en el que la Sección hace su Protestación de Fe, es decir, proclama pública y solemnemente su creencia en todos los dogmas, verdades y misterios de nuestra Religión Católica. Y a ello, esta Sección adoradora de Alcalá añade el Voto de defender la vida humana desde sus inicios en la concepción del ser humano en el vientre materno hasta la llamada definitiva de Dios, Nuestro Señor, al final del camino, juramento que venimos haciendo desde hace ya dieciséis años…

… A Cristo, que se quedó permanentemente con nosotros, vivo en el Pan y en el Vino transubstanciados en su verdadero Cuerpo y su verdadera Sangre, sea el honor y la gloria, por los siglos de los siglos.”

La liturgia se desarrolló con la solemnidad acostumbrada en el rito de la Función Principal, a la que asistieron, entre otros, representantes de varias Hermandades, tanto de la ciudad, como otras con las que la Sección está vinculada, así como de la casa Salesiana, y otros invitados.

El oficiante glosó en la homilía las tres lecturas de la Misa, relacionándolas con la Eucaristía, a propósito de la Octava del Corpus Christi. Seguidamente, tuvo lugar el acto de la Protestación de Fe, cuya fórmula fue leída, como es preceptivo en los Estatutos, por el presidente, realizando a continuación el juramento varios adoradores y adoradoras del Consejo Directivo en nombre de todos los hermanos inscritos en la Sección de Alcalá.

Tras la comunión, Se expuso el Santísimo Sacramento en la custodia, cantándose la conocida pieza compuesta por Santo Tomás de Aquino “Pange Lingua”, rezándose la Estación a Jesús Sacramentado, organizándose seguidamente la procesión, de la forma acostumbrada: Bandera de la Sección (que lucía el crespón negro en recuerdo de sor Margarita), adoradores y fieles con velas encendidas, acólito turiferario, palio de respeto cubriendo la Majestad de Dios y Comunidad de Hermanas Clarisas, que ocuparon este lugar durante todo el itinerario excepto en el tramo de la calle. El recorrido fue: salida al patio de la iglesia, entrada en clausura por la Puerta Reglar, para llegar al espacio superior de la Cripta, donde se hizo estación en el altar de la Santa Cruz, salida al Claustro grande, estación en el altar de Santa Clara, dando la vuelta al claustro para salir por la puerta exterior del mismo a la calle Nuestra Señora del Águila (cuyas obras finalizaron días antes de la pasada Semana Santa), y entrada por la puerta de la Iglesia, para llegar de nuevo al altar mayor, donde se continuó con el ritual acostumbrado: canto de “Tantum ergo”, incensación del Sacramento y oración, impartiendo el sacerdote la bendición con Su Divina Majestad, y rezando las tradicionales alabanzas finales, procediendo seguidamente a la reserva en el sagrario.

La bella ceremonia terminó con el canto del popular Himno a Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia, compuesto por otro director de la Casa Salesiana, el Rvdo. P. D. Juan Manuel Melgar, a cargo, como todos los de la Función, de la Comunidad de Hermanas Clarisas, que participan en todos los actos y vigilias de adoración que se organizan. Sin duda el colofón a unos cultos y actos plenos de unción eucarística, marcados por la grandiosidad del templo de Santiago en la Octava, la solemnidad de la Función y procesión, con las bellísimas estampas contempladas al paso del Santísimo Sacramento por los patios, Claustro y calle Nuestra Señora del Águila, que han dejado bellos contraluces entre el verdor de las plantas, la arquitectura conventual y la luminosidad del astro rey, belleza en consonancia con el Cántico de las Criaturas de Nuestro Padre San Francisco, subrayada, además, por la armonía de las angelicales voces de las Hermanas Clarisas, y que nos hace exclamar: “LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI” (Alabado sea Dios y su Madre, la Virgen).

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