No es lo mismo una autopsia que un diagnóstico terminal. Cuando se está al filo de la vida y la muerte, la diferencia entre ambos es mínima, se puede aducir. Pero es evidente que solo en el diagnóstico se puede encontrar un hilo de esperanza de que la situación no sea definitiva. Sobre la realidad del centro histórico de Alcalá se ha hablado en muchas ocasiones con lenguaje de autopsia. «El Centro está muerto». Y es que las pocas señales de vida que ha dado en los últimos años esta zona de la ciudad no son suficientes para pensar que vaya a recuperar esplendores pasados. 

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Economista. Interesado en el marketing, la política, la ciencia y la tecnología.