En el gobierno tienen ahora un tinglao montado de categoría municipal. Los trapos sucios van a acabar saliendo antes que los de Shakira y Piqué, aunque supongo que no tendrán la repercusión mundial del videoclip de la cantante colombiana. Si no lo han escuchado es probable que no vivan en este mundo. El salseo está garantizado en los próximos meses. ¿Quién traicionó a quién? ¿Por qué se produjo el divorcio? ¿Hubo infidelidad? ¿Terceras personas se entrometieron en una relación que parece estable? ¿Qué ha pasado? ¿Se rompió el amor de tanto usarlo? ¿Fue una relación tóxica? Me refiero –clara-mente– con estas preguntas que me hago a mí mismo a la polémica del momento de la que todo el mundo habla. Claro, a la del PSOE y Ciudadanos, porque a mí, sinceramente los trapos sucios de Shakira y Piqué me seducen muy poco, más bien nada.
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