«Enrique, ¿me mandas la columna?». Este fue el último mensaje que mandé a mi querido amigo y eterno director de La Voz de Alcalá. No tuve respuesta aunque La Calle estaba escrita. No se despidió de los lectores porque se aferró a la vida, pese a las ingratitudes que sufrió en su breve paso por la política local como concejal en la oposición y las décadas posteriores en el periodismo como fotógrafo, redactor y director de este periódico. Enrique Sánchez negó una despedida triste a quienes lo querían, llevando hasta el extremo su vitalidad.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]

Si ya eres socio inicia sesión