Alcalá continuará con el Plan de Ajuste, tras no aprobase en el Pleno que el superávit de 8,7 millones de la liquidación del Presupuesto 2018 se destine a amortizar la deuda correspondiente al Plan de Pago a Proveedores, actualmente inferior a 8 millones de euros, y que permitiría al Ayuntamiento recuperar su autonomía financiera.
A pesar de que el gobierno lleva anunciando varias semanas la salida de la ciudad del Plan de Ajuste, tendrá que ser el gobierno del próximo mandato quien resuelva si Alcalá abandonará el Plan de Ajuste. El gobierno llevó al último Pleno del mandato esta medida y la oposición en bloque la rechazó tras pedirle que la retirara del orden del día, argumentando que «una decisión de este calado la debe tomar el próximo gobierno». Por su parte, la alcaldesa, Ana Isabel Jiménez, se mostró «impotente» al ver como «la oposición bloquea» la salida que «traería la posibilidad de invertir, crear empleo y dejar de estar intervenidos por el Ministerio»
Concretamente, la liquidación del ejercicio 2018 ofreció un remanente positivo de tesorería de 8,7 millones euros que en cumplimiento a la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera se debe destinar a reducir el nivel de endeudamiento. Los informes favorables de la Intervención sobre dicha propuesta de suplemento de crédito indican esta obligación, y además especificaban que «dichos créditos ni afectan a la regla de gasto, ni tendrán repercusión alguna en la capacidad de financiación municipal».
Debido a que el remanente de tesorería es superior a la deuda pendiente a amortizar del Plan de Pago a Proveedores, el Ayuntamiento podría amortizar de forma anticipada estos préstamos y salir del Plan de Ajuste, vigente desde 2012 e impuesto por el Ministerio de Hacienda. En los últimos ejercicios se ha reducido la deuda, que al inicio del mandato estaba en 70,5 millones, situándose al cierre de 2018 en 33 millones.
Sin embargo, el portavoz del Grupo Popular, Paco Bautista, advirtió que las condiciones de interés de los créditos vinculados al Plan de Ajuste son más ventajosas que las de otros créditos que el Consistorio tiene pendientes con entidades bancarias, por lo que planteó que quizás interesase más a la ciudad, liquidar antes los préstamos contraídos con un mayor interés. De ahí que finalmente, plantease que la propuesta quedase sobre la mesa, lo que apoyaron todos los grupos de la oposición. Por tanto, será el nuevo gobierno, tras las elecciones, quien sea el encargado de tomar la decisión.