El sacerdote salesiano José Medina Huertas murió el pasado 19 de septiembre a los 85 años, en la Residencia «Don Pedro Ricaldone» de Sevilla. Había cumplido 68 años como salesiano y 58 como sacerdote. De estos, estuvo 23 años en Alcalá, donde desarrolló la etapa más prolongada de su servicio. La Capilla del Carmen acogerá una eucaristía en su memoria el próximo miércoles, 24 de septiembre a las 20:00 horas.
Nacido en Huévar del Aljarafe (Sevilla) el 6 de diciembre de 1939, inició su formación en el seminario diocesano y entró por primera vez en una casa salesiana el 27 de septiembre de 1952, en Antequera. Estudió Humanidades en Antequera, Montilla y Cádiz, realizó el noviciado en San José del Valle, donde profesó el 16 de agosto de 1957, y cursó Filosofía también en San José del Valle. El tirocinio lo llevó a Cádiz y Sevilla Hogar San Fernando. Completó Teología en Sanlúcar la Mayor, siendo ordenado sacerdote el 30 de abril de 1967 por el cardenal José María Bueno Monreal.
Su trayectoria pastoral abarcó Puebla de la Calzada, Mérida, Utrera, donde pasó sus últimos días de servicio, y, Alcalá de Guadaíra, donde desarrolló la etapa más prolongada de su servicio entre 1998 y 2021, «23 años buenísimos», según sus propias palabras. Aquí celebró sus bodas de oro sacerdotales. Entre otras responsabilidades ejercidas a lo largo de su vida, fue coordinador de Pastoral, director pedagógico, rector, profesor auxiliar de Letras y diplomado en Lengua Francesa.
La Inspectoría lo recuerda como un salesiano «sencillo, discreto, servicial, disponible, cordial, amable… Un “buen asistente”, siempre atento y siempre con los chavales, con la gente», destacando también su sentido del humor. Sobre su último destino, él mismo afirmaba: «Estoy en el mejor sitio para acabar mi tarea como salesiano».
La misa funeral se celebró el sábado 20 a las 11:00 horas en la iglesia de los Salesianos de Utrera, en la calle San Juan Bosco, 13.