Hace 30 años, la Fundación TAU nacía con un compromiso firme y claro: reivindicar la dignidad de las personas con discapacidad. Impulsada por la Asociación Paz y Bien, la fundación apostó por un modelo en el que los derechos y la voluntad de las personas estuvieran siempre en el centro, separando la atención directa de la guarda y custodia legal.
La Fundación TAU tiene sus raíces en Alcalá, donde vivieron sus primeros tutelados, y esa conexión sigue viva y sólida tres décadas después. Hoy, 38 personas del municipio reciben el apoyo cercano y personalizado de la Fundación, mientras que tres familias más han decidido dejar en manos de TAU el futuro de sus seres queridos, un gesto cargado de confianza y esperanza.
La Fundación es conocida y reconocida por su incansable labor para reivindicar la dignidad de las personas apoyadas, y su trabajo en Alcalá refleja este compromiso. Colabora activamente con cinco residencias locales que atienden a personas con discapacidad: Pinos de Nevero, Santa María, Hermana Clara, Siglo XXI y La Milagrosa. Además, apoya a personas que viven de manera independiente, enfrentando vulnerabilidades, logrando mantener su autonomía y dignidad gracias a su compañía.
Fray Rafael Pozo, el alma de TAU
Si hay una persona que ha sido el motor, la luz y la guía de la Fundación TAU, esa es Fray Rafael Pozo. Su visión, su generosidad y su dedicación incansable han sido la fuerza que ha permitido a esta Fundación crecer y mantenerse fiel a su misión desde el primer día. Fray Rafael no solo fundó TAU; creó un hogar de amor y respeto donde cada persona es escuchada, acompañada y, sobre todo, tratada con la dignidad que merece.
Bajo su liderazgo, TAU ha logrado trascender las barreras de lo institucional, tocando el corazón de miles de personas a lo largo de Andalucía. En cada decisión, en cada paso dado, siempre ha primado su deseo de que cada ser humano pueda vivir en plenitud, con voz propia y con la certeza de que su vida tiene un valor único e irremplazable.
Con motivo de su 30 aniversario, TAU ha seguido llevando su mensaje de inclusión y dignidad por toda Andalucía, organizando eventos tan significativos como la IV Semana de la Discapacidad Intelectual en Huelva, que se convirtió en un punto de encuentro de reflexiones, emociones y reivindicaciones. También se han celebrado jornadas sobre mujeres con discapacidad y cooperación internacional, donde se ha dejado claro que la inclusión no tiene fronteras, ni sociales ni geográficas.
El compromiso de siempre
Treinta años después, la Fundación TAU sigue fiel a su espíritu original: acompañar sin invadir, apoyar sin sustituir, cuidar sin imponer. Ese cuidado, esa dedicación, han cambiado vidas, han dignificado a tantas personas y han transformado nuestra sociedad. Lo que comenzó en Alcalá, con unos pocos tutelados y la valentía de un pequeño grupo, ha crecido hasta convertirse en una red de apoyo que cubre toda Andalucía, pero nunca ha perdido su esencia: mirar siempre a la persona, no a su discapacidad.