Editorial La Voz de Alcalá

El entendimiento entre las administraciones es necesario para que las políticas que se plantean como beneficiosas se puedan aplicar de forma efectiva y en unos plazos razonables. Es algo que se viene reclamando desde muchos ámbitos. Desde el empresarial al social, pasando por el cultural y el patrimonial. También en las páginas de este periódico se ha pedido en numerosas ocasiones la lealtad institucional y el entendimiento real, no solo el figurado para las fotos. Este entendimiento no es habitual, pero los alcalareños tienen un ejemplo reciente al que acogerse para tener esperanza de que esto pueda ocurrir más veces.

Precisamente, el Ayuntamiento y la Junta han ido de la mano para conseguir un doble objetivo: rehabilitar el antiguo Cuartel de la Guardia Civil en el Derribo y, por otro lado, reunificar los cuatro juzgados de la ciudad en una sola sede judicial. Ambas medidas cuentan con un respaldo amplio, cuando no total, de la ciudadanía. Será difícil encontrar a un alcalareño que se oponga a la rehabilitación de un edificio histórico o a que se mejoren los juzgados. Otra cosa son las formas y los procedimientos, donde sí se pueden encontrar discrepancias, como la de Vox que considera que en este caso «la Junta invita y el Ayuntamiento paga».

Esta fue la crítica a la firma del protocolo con el que se inicia la colaboración para convertir la comisaría en la futura sede judicial. Cabe señalar que la Junta pagará un canon durante 30 años y que el Ayuntamiento adelantará la inversión para adecuar el edificio. Todos los grupos municipales estuvieron de acuerdo. Sin embargo, Vox, que hace oposición a los gobiernos de Alcalá y de Andalucía, no encontró el punto positivo pese a posar en la foto junto al Consejero.

«Quizás sea pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero este proyecto de rehabilitación y reunificación de juzgados parece el más sólido de todos los planteados hasta ahora»

Para este edificio se han planteado numerosas e infructuosas opciones. Ya se propuso en una ocasión como sede judicial en tiempo de Antonio Gutiérrez Limones. Quizás sea pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero este proyecto de rehabilitación y reunificación de juzgados parece el más sólido de todos los planteados hasta ahora. Las oposiciones a los gobiernos de Ana Isabel Jiménez y a Juan Manuel Moreno Bonilla tiene apretar para que el proyecto no se acabe adormeciendo en un cajón de un despacho cualquiera. Los próximos presupuestos del mandato son fundamentales para su ejecución, y ahí se tienen que exigir partidas y cumplimiento de los acuerdos. Si funciona, este tiene que ser el camino para abordar problemas futuros y presentes.

Culminar el tranvía es la gran deuda pendiente de la Junta con Alcalá, aunque avanza con los últimos contratos adjudicados. La sanidad, en cambio, tiene un horizonte más negro y ahí poco o nada puede hacer el Ayuntamiento, más que exigir con lealtad lo que Alcalá merece para tener unos servicios decentes.

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