En la memoria del proyecto consultada en el AMAG, nuestro arquitecto Juan Talavera define las fachadas de la siguiente manera: «En sus fachadas y en su disposición hemos procurado adaptarlos al estilo de los famosos cortijos andaluces del siglo XVIII, en los que se encierra una estética muchas veces olvidada», bonita definición en defensa de nuestro patrimonio arquitectónico.

Continuando con la fachada principal a la que nos referíamos en el anterior artículo, podemos observar la secuencia de los siete huecos, donde la composición de los mismos en planta alta —ventana y balcón— queda enmarcada con listelos de barro cocido que, igualmente, formalizan las ventanas de la planta baja; en planta alta, balcones combinando con ventanas más pequeñas, pero con un resalte de decoración muy utilizado por Talavera en sus diseños: herrajes en voladizos y aleros rematados por tres pináculos en cada ventana, realizados en obra de fábrica y detalles de ladrillos.

Volviendo a la puerta principal de acceso al establecimiento, Talavera destaca, como en otras ocasiones, elementos compositivos sobre el resto de los alzados. La puerta está enmarcada con dos columnas y capiteles de ladrillo tallados; sobre esta, un balcón con barandilla de hierro forjado y hueco enmarcado por moldura de ladrillo; y de remate, Talavera —como acostumbra en sus edificios— diseña un escudo ovalado, en este caso dos pinos, enmarcados por moldura circular de ladrillo visto. Todo ello rematado por un antepecho con penacho de ladrillo, pináculo de fábrica y moldura de ladrillo, elemento que repite nuestro arquitecto y que podemos observar en otras obras de nuestra ciudad.
En los huecos de balcones de planta alta, vemos toldos a modo de marquesinas para la protección del sol, colocados posteriormente a la apertura.

Talavera, igualmente, diseña los jardines exteriores al hotel, creando terrazas ajardinadas en dos niveles. En el nivel de acceso al hotel, se diseñan elementos de sombra con pérgolas, formalizando un agradable paseo de columnas y cubierta vegetal; quizás nos recuerde algún paseo del Parque de María Luisa, ya que Talavera fue el responsable como técnico de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla.

En este diseño exterior, también queda recogida una pista de tenis, donde hoy se sitúa la actual piscina del hotel. Si observamos la imagen que se acompaña a este artículo, postal de los años 50, vemos lo descrito anteriormente, con la zona de pérgolas y sombra a la derecha de la fotografía.