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El escritor alcalareño José Antonio Francés ha resultado finalista de la XXXIII edición del premio Edebé de literatura infantil, con la novela Una bomba en el jardín. La obra ha competido con más de 300 originales y verá la luz a la vuelta del verano. La editorial ha destacado el humor y la ternura de una historia que se adentra en temas tan delicados para los niños como la pérdida de un ser querido o las disputas entre sus familiares mayores. La obra narra la historia de una joven que debe desvelar un mensaje que su abuelo le deja antes de morir, para intentar que sus tíos y padres se reconcilien. Se trata de una novela para jóvenes lectores, género donde Francés cuenta con numerosos libros publicados.
En este sentido, el autor acaba de sacar al mercado dos novelas juveniles con la editorial Vicens Vives: Los Piltrafas y La familia Estrambote y el tesoro in-Verso. Son dos novelas de humor y aventuras editadas por uno de los sellos más prestigiosos de literatura juvenil en España. Según Francés, «estas dos novelas suponen un peldaño más en mi carrera, y una enorme ilusión pues estoy ya como deseaba años atrás, publicando con los mejores sellos de literatura para jóvenes». En la opinión de Francés, «en Vicens Vives me han tratado de maravilla, y tenemos entre manos más proyectos para el futuro, precisamente con estas dos novelas que se acaban de publicar, pues ambas tienen vocación de sagas. Ahora dependerá de los lectores que esas historias puedan tener continuidad».
Los Piltrafas cuenta la historia de una pandilla disfuncional de adolescentes, cada uno con su singularidad, que se ven obligados a resolver el robo de unos móviles en el instituto. La aventura, con muchas dosis de humor y situaciones disparatadas, sirve para que los chicos encuentren la amistad, la lealtad y los primeros amores.
La familia Estrambote, por su parte, aprovecha el filón del verso, en el que Francés se mueve bien, para contar una historia de ambientación gótica, donde un joven intenta enamorar a una chica que no le hace caso, y se ve envuelto, sin quererlo, en la búsqueda de un tesoro en un cementerio.
En palabras del escritor, «me gustaría presentar estos libros en mi ciudad antes del final de curso, para ver si mis colegas de profesión se animan a trabajar con ellos en clase el siguiente curso. No pierdo la esperanza de ser profeta en mi tierra».